Iniciativa en Gernika a la espera de la sentencia
Los encausados por el 18/98 instan a «agrupar fuerzas» por los derechos
Las personas encausadas y juzgadas por el sumario 18/98 iniciaron ayer, en Gernika, un encierro con el que buscan «una reflexión» de la sociedad vasca en torno al significado de la democracia hoy en Euskal Herria, y que tiene además por objeto «reunir fuerzas en torno a los derechos políticos y civiles». Tras la comparecencia ayer, ante el árbol de Gernika, pretenden estos días emprender «una reflexión conjunta» con agentes políticos, sociales y sindicales.
Kepa PETRALANDA | GERNIKA
Buena parte de los ciudadanos vascos que han sido juzgados en el macroproceso derivado del sumario 18/98 comparecieron ayer en la Casa de Juntas de Gernika, con carácter previo al encierro que van protagonizar a lo largo de esta semana. Al objeto de abordar «una reflexión compartida», se reunirán en los próximos días con agentes políticos, sociales y sindicales, de cara a lograr «compromisos» a la espera de la sentencia.
En representación de todos los encausados, Mikel Korta y Teresa Toda manifestaron, en euskara y castellano, que las personas juzgadas en el 18/98 que se encuentran, en la actualidad, a la espera de que se haga pública el fallo proponen a la sociedad vasca «una reflexión profunda; reunir fuerzas en torno a los derechos políticos y civiles, y el significado de la democracia, hoy en Euskal Herria es el objetivo principal de la iniciativa que ponemos en marcha hasta el próximo viernes día 22, en Gernika».
No eludieron el hecho de que la esperada sentencia «va a tener un impacto importante sobre los derechos civiles y políticos en nuestro país. Desde que comenzó el juicio -recordaron-, nuestro mensaje ha sido que este proceso y otros sumarios similares son una agresión que trasciende a las personas directamente afectadas y va en contra de derechos colectivos; por eso afecta a toda la sociedad vasca. En la medida en que se recortan la libertad de expresión, el derecho a la iniciativa privada en apoyo a proyectos concretos, el derecho a informar, a organizarse, a manifestarse, a construir Euskal Herria, el derecho a trabajar por el euskara y a solidarizarse, se está arremetiendo contra las bases de una democracia plena».
En ese contexto, Korta y Toda reivindicaron, en nombre de los encausados y de lo que piensa la mayor parte de la sociedad vasca, «el cierre de todos los sumarios que se iniciaron en su momento con un claro impulso político», toda vez que denunciaron «el papel del Gobierno del PSOE, que ha seguido sin desviarse la senda marcada por el PP en este terreno, haciendo uso de un tribunal de excepción a su medida, la Audiencia Nacional, de la legislación antiterrorista que ampara vulneraciones de derechos tan claras, como mediante la utilización de la tortura o la Ley de Partidos».
Tal y como valoraron bajo el histórico árbol, «en un Estado como el español, donde el Poder Judicial se mueve al ritmo de las necesidades del político, dirigimos por tanto la exigencia y reflexión al partido que ocupa actualmente ese Ejecutivo».
«Dar pasos para cambiar cosas»
Los procesados por este sumario valoran que es precisamente al Ejecutivo español a quien corresponde «dar los pasos para cambiar este estado de cosas y abrir las puertas a otra situación realmente democrática». Tras reiterar que «hay elementos políticos del Estado español que condicionan la sentencia», también constataron que estos «no son los únicos. La presión social aquí, en Euskal Herria, influye también y la voluntad clara de la sociedad vasca de decidir su futuro libremente y superar el conflicto es un elemento poderoso en este sentido».
Tras dieciséis meses de duración de un juicio «que ha atravesado coyunturas políticas muy diferentes, ahora la sentencia parece que se producirá en otro momento político, pero para nosotras y nosotros no ha variado nada en ese tiempo; se ha mantenido la esencia de las acusaciones que se formulaban contra nosotros, toda una declaración de intenciones por parte del Gobierno español».
Por todo ello y «pese a las dificultades que padece el proceso, se pueden y se deben dar pasos. Afirmar y reafirmar que los derechos y la democracia deben estar por encima de coyunturas políticas, que no pueden estar a merced de los caprichos de los partidos y sus dirigentes, es un paso importante», dijeron, para puntualizar seguidamente que «los derechos son o sencillamente no existen. No se puede construir ningún proceso democrático de resolución de problemas políticos, mientras se vulneran derechos civiles y políticos, como está pasando aquí en Euskal Herria. Para ello, es necesaria la implicación activa de la gente, haciendo uso de esos derechos, creando las condiciones para que vuelva a ponerse en marcha el proceso democrático para Euskal Herria».
Mostraron, además, su convencimiento de que «si traemos la democracia a Euskal Herria, logrando eso se superará el conflicto político y armado y conseguiremos la paz, la justicia, la libertad y la democracia».
HABLAMOS DE DEMOCRACIA (manifiesto)
Muy enferma está una sociedad en la que personas, organizaciones, partidos e instituciones abordan la realidad mirando únicamente a su propio ombligo.
Se niega la esencia de conceptos como el de libertad, democracia, derechos, paz... si consideramos que la única prueba que exigimos para certificar su existencia está en que junto a ellos figure mi nombre y apellidos, los de mi partido, sindicato u organización.
Quien así se comporta reproduce el esquema que hizo posible la existencia y mantenimiento de la Inquisición con la tortura y sus hogueras. El apartheid político en Sudáfrica con la negación de los derechos civiles y políticos para las personas no blancas. El nazismo en Alemania con sus campos de extermino y cámaras de gas para comunistas, anarquistas, socialistas, homosexuales, personas gitanas, judías... O el franquismo en el Estado español con sus cuneteros, batallones de trabajo, cárceles, democracia orgánica y 40 años de paz.
La universalidad es el principio fundamental y el mínimo exigible para que se pueda afirmar que en un sistema político determinado se respeta la libertad o los derechos de las personas. O se respetan la libertad y derechos de todas las personas independientemente de su origen, sexo, raza, religión... o no se puede decir que la libertad y el respeto a los derechos se dan en ese marco. Cuando se niega la libertad a una persona se está negando la libertad. Cuando se niegan los derechos de una persona se está negando el derecho en sí.
Es el respeto a los derechos humanos, a los derechos civiles y políticos, a las libertades democráticas el termómetro que mide la existencia o no de eso que se llama democracia formal. Democracia no es ir a votar cada X tiempo, menos aún cuando ni siquiera se garantiza ese derecho para todas las opciones políticas. Democracia es libertad, son derechos, es protagonismo social, es derecho libre de reunión, debate, organización y acción. Sin ello no hay democracia.
A los estados, a sus gobiernos y policías, a sus parlamentos y tribunales les corresponde garantizar el libre ejercicio de todos esos derechos. Esa es la esencia de su legitimidad y sin ella los resultados electorales, las mayorías, los pactos, los tribunales, las policías, son realidades vacías de contenido, sin legitimidad para tomar e imponer decisiones que afectan al los ciudadanos.
El Estado de Derecho, el supuesto juego de equilibrios entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, se convierte en una coartada sin sentido si no tiene como razón de ser, guía de comportamiento y objetivo principal el respeto a la libertad y los derechos de todas las personas.
Por eso, cuando nos rebelamos contra la dinámica de macro-sumarios puesta en marcha por el Estado español estamos reivindicando democracia. Porque, independientemente de quiénes sean las personas u organizaciones que se sienten en el banquillo, son la libertad de pensamiento, de organización, de expresión... las que están siendo juzgadas y condenadas. Es la democracia la que está siendo juzgada y condenada.
No hay gobierno, ni pacto, ni mayoría política legitimada para negar derechos y libertades. Los derechos no pueden estar sujetos al juego de mayorías y minorías. Dejarían de ser derechos y se convertirían en privilegios otorgados ya sea por filiación política, religiosa, identitaria, capacidad económica u otras.
Aquí y ahora es el Gobierno del PSOE quien desarrolla esa estrategia. Quien impulsa un entramado jurídico, político y legal que tiene como objetivo enterrar toda posibilidad de un futuro libre y soberano para Euskal Herria. Quiere imponernos por la fuerza que seamos españoles y españolas que nos sometamos a su voluntad, instituciones y símbolos.
Desde nuestro sentimiento de pertenencia a un pueblo reivindicamos el derecho a ser nosotros y nosotras quienes, desde el más absoluto respeto a la pluralidad política e ideológica, decidamos libre y democráticamente las relaciones que queremos mantener en el interior de nuestro propio pueblo y las que queremos mantener con los pueblos que nos rodean.
Ese es a ojos de la justicia española nuestro delito, por ello nos juzgan y condenan. Sin importarles para ello negar los derechos más elementales en democracia y apoyarse en un tribunal especial y político como la Audiencia Nacional española. Un tribunal que, coherente con la historia del TOP franquista, sigue legitimando la tortura haciendo de la misma la base imprescindible para sus condenas, dándole eficacia jurídica y constituyéndose así en el principal apoyo para su perpetuación como arma política contra las y los vascos.
Exigimos al Gobierno del PSOE el cese inmediato de la represión como instrumento para acallar las ansias de libertad de nuestro pueblo.
Exigimos en coherencia la desaparición inmediata de leyes y tribunales de excepción por ser instrumento imprescindible para desarrollar esa política.
Hacemos un llamamiento a la sociedad vasca para que por encima de personas, organizaciones o instituciones se movilice reclamando democracia para Euskal Herria. Su logro será base y garantía para esa paz que todo pueblo necesita en cualquier lugar del mundo. La paz basada en la Justicia, la libertad y la democracia.
DEMOCRACIA PARA EUSKAL HERRIA
SUSPENSION DE LOS JUICIOS, YA
NI UNO MAS. NUNCA MÁS, CONTRA NADIE MÁS.
Los encausados creen que «hay elementos políticos del Estado español que condicionan la sentencia», de igual manera que «la presión social aquí, en Euskal Herria, influye también y la voluntad de la sociedad vasca de decidir su futuro libremente».
PROGRAMA
Lunes
12.30: Concentración en el mercado de Gernika. 20.00: Charla sobre el movimiento juvenil en Astra.
Martes
12.30: Concentración en la plaza de Merkurio. 19.30: Cine-fórum en la Casa de Cultura en torno a la memoria histórica.
Miércoles
12.30: Concentración en la plaza de Merkurio. 19.30: Mesa redonda sobre la conculcación de derechos y el papel de los medios de comunicación, moderada por Mariano Ferrer y con participación de varios periodistas.
Jueves
12.30: Rueda de prensa de los autoinculpados en la campaña J'accuse. 21.30: Encuentro con los encerrados.
Viernes
12.30: Concentración. 19.30: Manifestación y acto político.