Athletic Victoria con sabor agridulce
El Athletic es de Primera y lo seguirá siendo un año más
El equipo responde y saca la «final» por la permanencia adelante mientras la afición, que animó sin parar durante los noventa minutos, despide la temporada entre pitos y aplausos temporada entre pitos de reprobación y aplausos.
Manex ALTUNA | BILBO
El Athletic resolvió con eficacia el reto que tenía delante y mantendrá sus 109 años de historia intactos demostrando que es un club de Primera y lo más importante, que lo seguirá siendo la próxima temporada. Lo logrado se debe valorar como un éxito, pese a que a algunos les duele ver que el equipo pelea en la parte baja. Las circunstancias y muchos errores han provocado esta situación, pero lo único importante era salir adelante y se ha conseguido por lo que hay que celebrarlo.
Mantener la categoría en una temporada tan aciaga con tantas lesiones y tanto ruido externo por una crisis institucional sin precedentes, es una gran victoria. Una victoria de todos. Empezando por los jugadores y el cuerpo técnico, pasando por todos los trabajadores del club y, sobre todo, por una gran afición. El Athletic es de Primera y lo seguirá siendo un año más. El resto de valoraciones habrá que realizarlas a partir de mañana porque hoy es un día para disfrutar y sentirse orgullosos de ser del Athletic.
La pañolada y las pancartas -Herri Norte desplegó una al finalizar el partido en la que se podía leer «Un Athletic sin vividores, garbiketa»- provocaron que la despedida tuviera un sabor agridulce. Hay que tener en cuenta que si estos jugadores con sus limitaciones y virtudes no jugaran y defendieran la camiseta del Athletic, probablemente, se habría descendido. Tan sólo hay que mirar a Vigo, donde una plantilla más potente y que ha jugado la UEFA, ha perdido la categoría. Porque en el deporte se puede ganar y perder. Nadie está exento del descenso si las cosas se hacen mal.
Ayer, en cambio, se hicieron bien. La victoria era necesaria y el equipo no falló, aunque hubo que esperar hasta la segunda mitad para asegurar el triunfo.
Molina y la falta de acierto evitaron que el Athletic se marchara por delante en el marcador al descanso. Pese a hacer méritos suficientes y disfrutar de claras ocasiones con varios remates solos ante el portero, no hubo manera de romper la igualada pese a disponer de seis corners, algunos de ellos consecutivos.
Aunque el equipo jugó a ráfagas, el control del partido fue total y salvo en dos jugadas a balón parado -Aléxis en un corner y Robert en una falta- no hicieron trabajar a Aranzubia.
En la portería contraria, se hacía imposible superar a Molina. Con un juego vertical, el Athletic se plantaba con relativa facilidad en el área rival, pero los errores fueron continuos. Si no era un mal control -el balón se le escapó a Javi Martínez cuando encaraba a Molina-, se marchaba el disparo alto -Yeste y Etxeberria- o si no se encontraban con el guardameta granota -Urzaiz en sendos cabezazos-.
El divorcio de Urzaiz con el gol por la presencia de Molina, que aún sin quererlo desviaba todos los balones que se dirigían a la portería, parecía que iba a amargar la tarde. Si con la cabeza no era posible el navarro lo intentó con dos disparos secos desde dentro del área, pero no había manera. Luego llegó el remate de Sarriegi en un corner que se fue rozando el larguero.
Los resultados de los rivales acompañaban en ese instante, sin embargo, para evitar agobios de última hora como sucedió con el gol que daba la victoria al Celta, Mané apostó por jugársela con Aduriz. San Mamés le recibió con una ovación y el delantero donostiarra respondió de forma inmediata. Se desmarcó por la banda derecha y un centro suyo fue introducido en la portería por Serrano.
Un San Mamés enloquecido festejó el gol -el segundo de Gabilondo fue el no va más- que aseguraba la permanencia como si se tratase de un título de Liga cuando era algo mucho más importante. Un motivo de orgullo para un equipo y su afición.
Mané fue fichado por el Athletic para lograr la permanencia en Primera y, pese a pasar sus apuros hasta la última jornada, ha cumplido el objetivo como resaltó tras el partido. El entrenador rojiblanco no ahondó demasiado en sus impresiones y señaló que «ha sido un gran trabajo el que hemos hecho, muy complejo, pero he contado con muy buenos colaboradores y profesionales». Después de enviar «un abrazo» para la Real y mostrar su deseo de que la próxima temporada regrese a Primera, invitó a los medios de comunicación a la rueda de prensa que realizará hoy al mediodía en Ibaigane.
Habrá que esperar para ver qué es lo que anuncia el entrenador de Balmaseda, pero podría tratarse de su despedida. Mané termina contrato el 30 de junio y como reconoció hace un par de semanas ninguno de los candidatos ha hablado con él para saber si entra en sus planes. Por lo tanto, parece difícil que el todavía entrenador del Athletic siga al frente del equipo la próxima temporada, aunque quizá sí que pueda diseñar la planificación de la pretemporada.
El futuro de otros jugadores como Javi González y Urzaiz, que también concluyen su vinculación con el club, se decidirá en los próximos días. El de Zorroza aprovechó el día de ayer para decir que se quiere quedar en el club. Sobre la pitada de un sector de la afición al finalizar el partido los jugadores agradecieron el momento en el que se realizó.
Ana Urkijo ofreció su visión de lo acontecido durante la presente temporada tras la consecución de la salvación. «Todo esto no ha sido gratuito, ha tenido un costo para todos. Hay que sacar consecuencias para que no vuelva a suceder», afirmó tras repetir que estaba «muy contenta» por que el Athletic haya conseguido mantenerse en Primera División, «que es donde debe estar». La presidenta de la Comisión Gestora aseguró haber vivido el trascendental partido de forma «tranquila» porque «sabía que iba a llegar el gol, aunque a veces parecía que Molina tenía siete brazos». Acerca de los pitos y pañuelos mostrados al final del partido por un sector de la afición Urkijo destacó que la protestas fue realizada «correctamente» después de haber animado al equipo durante todo el encuentro. «No me canso de decir que esta afición es única. Ha tenido una claridad importante, porque no se ha cansado de animar al equipo durante todo el partido y al final ha expresado sus sentimientos. Creo que han mostrado su frustración por una temporada difícil. A quiénes, cómo o por qué es una cuestión de ellos que me merece todo el respeto», reflexionó.
El Athletic se jugaba evitar el descenso y la afición respondió como en las grandes citas. El autobús del equipo fue recibido por numerosos seguidores a su llegada a San Mamés y en las horas previas al partido el ambiente que se respiraba en los aledaños del estadio era espectacular con una marea humana de camisetas rojiblancas.
El Athletic femenino dio ayer por finalizada la presente temporada con la subida al Gorbea y una comida en el hotel Etxegana. Las rojiblancas no regresarán a los entrenamientos hasta el 23 de julio para preparar una próxima campaña en la que además de Superliga y Copa participarán en la UEFA Women's Cup.
El Athletic comunicó tras finalizar el partido que «Murillo y Yeste han finalizado la temporada con síntomas de cansancio, generados en el último tramo de la misma por los problemas en gemelos y pubis respectivamente, los Servicios Médicos del Athletic han previsto para ellos un proceso de recuperación no podrán desplazarse con la selección vasca a Venezuela».
