Los orangistas aceptan finalmente negociar con los vecinos de Garvaghy Road
La Orden de Orange acepta que ha llegado la hora de negociar con los vecinos nacionalistas que durante años han sufrido su presencia en las calles de sus barrios. La logia de Portadown ha anunciado su disposición a negociar cara a cara con los residentes de Garvaghy Road.
Soledad GALIANA |
Hace años, cualquiera hubiera dicho que una reunión entre la Orden de Orange de Portadown y los vecinos de la barriada nacionalista de Garvaghy Road era un imposible. El proceso de paz irlandés lo va a hacer posible.
El miércoles los orangistas de Portadown anunciaban que están preparados para encontrarse cara a cara con los representantes de la Coalición de Residentes de Garvaghy Road para resolver, de una vez por todas, la controversia y prohibición que pesa sobre el recorrido de la marcha orangista que desde Drumcree pretende atravesar la barriada católica.
Los orangistas también han acusado a la Comisión de Marchas -organismo que decide sobre los recorridos de desfiles en el norte de Irlanda- de no haber actuado apropiadamente en el proceso de mediación entre orangistas y vecinos.
Darryl Hewitt, responsable orangista en Portadown, aseguró a la BBC que mantendría negociaciones con los vecinos para discutir el paso del desfile orangista por Garvaghy Road. Hewitt aseguró que había expresado su disposición a un encuentro directo el pasado mes de octubre, con la única condición previa de que el encuentro sea coordinado por una persona independiente.
«Espero que todo ello conlleve un proceso donde los problemas de Garvaghy Road sean resueltos», afirmó Hewitt.
Giro de 180 grados
La decisión de negociar de los orangistas de Garvaghy Road representa un giro de 180 grados en la que fuera la actitud de la organización para con los vecinos, ya que los orangistas siempre se habían negado a dialogar con los nacionalistas de Garvaghy, ya que consideraban era su derecho el marchar por las calles de este barrio independientemente del sentimiento de sus habitantes.
En 1997, los vecinos de Garvaghy Road fueron atacados por la Policía durante una protesta pacífica cuando la entonces secretaria de Estado británica, Mo Mowland, decidió permitir la marcha. Desde 1989, el recorrido de vuelta de la marcha desde la iglesia protestante de Garvaghy ha sido bloqueado por las fuerzas de seguridad, siguiendo una decisión de la Comisión de Marchas, a lo cual orangistas y lealistas respondieron con violencia. Sin embargo no se han producido incidentes en los últimos tres años.
El primer desfile lealista del año, Tour of the North, tuvo lugar en Belfast el pasado fin de semana sin que se registraran problemas. El pasado año, el paso de los orangistas a través del barrio nacionalista de Ardoyne causó graves incidentes.
Este año, la Policía norirlandesa ha felicitado a los líderes de ambas comunidades por trabajar para evitar confrontaciones. Sólo dos de las 21 bandas de música y dos de las 50 logias lealistas marcharon a través de Ardoyne.
El republicano Gerry Kelly, ministro del Ejecutivo norirlandés, expresó su satisfacción ante la protesta pacífica de los vecinos del barrio al que representa en la Asamblea.
Asimismo, la Policía irlandesa (Garda) ha dado el visto bueno inicial a una marcha orangista que pretende reunir a tres mil orangistas y lealistas en el centro de Dublín pese a que el pasado año, el desfile Amo Ulster causó enfrentamientos de jóvenes dublineses con la policía en el centro de de la capital de la República irlandesa, y pérdidas económicas de diez millones de euros.
El viceprimer ministro norirlandés, el republicano Martin McGuinness, ha pedido a quien tenga información sobre el paradero de los restos del capitán de las fuerzas especiales británicas (SAS) Robert Nairac, que murió a manos del IRA en mayo de 1977 en el condado de Louth, en el sur de Irlanda, que facilite esos datos a la Policía. El cuerpo de Robert Nairac nunca ha sido encontrado. El llamamiento de McGuinness se produce tras el acuerdo entre republicanos y unionistas para nombrar un comisario para todas las víctimas del conflicto norirlandés antes de que la Asamblea cierre por vacaciones a principios de julio. S.G.
Este año, los orangistas de Portadown, bastión de la creencia en la supremacía protestante, aceptan la realidad de la convivencia y negociarán con los nacionalistas el recorrido de su desfile.
Willie Frazer, portavoz de la organización de víctimas protestantes FAIR reconsiderará la convocatoria de la marcha orangista en Dublín si se confirma que tendrán que ir flanqueados por fuerzas antidisturbios.