La Diputación de Gipuzkoa adquiere diez piezas de Oteiza
La Diputación de Gipuzkoa ha adquirido diez obras de Jorge Oteiza, que se suman a las otras cinco del artista de Orio con las que hasta ahora contaba la institución. Los responsables forales consideran que cuenta ya con suficiente «masa crítica» como para organizar una exposición, para la que barajan las ubicaciones de Orio, Zarautz y Arantzazu.
GARA | DONOSTIA
La Diputación de Gipuzkoa ha adquirido ocho esculturas en piedra, bronce, barro y yeso, además de un dibujo y una libreta con apuntes, bocetos y reflexiones manuscritas de Jorge Oteiza. Este conjunto de obras, por el que ha abonado poco más de 900.000 euros, fue presentado ayer por el diputado general en funciones, Joxe Joan González de Txabarri, y el especialista en arte Edorta Kortadi.
Las piezas son únicas y, en su mayoría, muy poco conocidas, pues han sido compradas principalmente a amigos del propio Jorge Oteiza. De hecho, varias de ellas cuentan incluso con dedicatorias personales del artista.
Según explicó en la presentación de ayer Edorta Kortadi, «son obras de gran valor y calidad artística». Además, la mayor parte de ellas pertenecen «al momento álgido de la producción escultórica oteiziana» y, más en concreto, a la década de los años cincuenta, considerada una de las etapas de mayor riqueza creativa del artista.
Entre las piezas adquiridas por la Diputación de Gipuzkoa, destacan «Dos hermanas», escultura en piedra; «Desocupación espacial interna con circulación exterior», fechada en el año 1958 y ejecutada en mármol de Calatorao; la cabeza del apóstol San Pablo fundida en bronce en 1954; «Centauro vasco», modelado en barro; «Homenaje a Baco», labrado en piedra, y «Prehistoria vasca», obra en yeso enmarcada.
Las diez piezas compradas ahora se suman a las otras cinco de Jorge Oteiza que la Diputación de Gipuzkoa adquirió en 1985, cuatro de las cuales se encuentran en la sala del consejo, en el mismo palacio foral, y la quinta en el Museo Diocesano de Donostia.
El diputado general saliente, Joxe Joan González de Txabarri, hizo notar ayer que la adquisición de estas piezas por parte de los fondos forales «está cargada de simbolismo», pues, de alguna manera, supone «la vuelta del hijo pródigo, a través de sus obras, al territorio en el que nació». Más aún, añadió, en un momento como el actual, en el que, por una parte, se conmemora el cincuentenario de la Bienal de Sao Paulo, que fue clave en la difusión internacional de la figura y la obra de Jorge Oteiza, y, por otra, está próxima la celebración del centenario del nacimiento del artista.
Tres ubicaciones posibles
Los responsables forales estiman que la Diputación de Gipuzkoa cuenta ya con fondos suficientes como para poder organizar una exposición dedicada a Jorge Oteiza, para lo que se barajan tres posibles ubicaciones «singulares»: la localidad de Orio, en la que nació el artista; la de Zarautz, en la que vivió durante los últimos años, hasta que falleció en 2003, y la basílica de Arantzazu, clave en su trayectoria y en todo el arte contemporáneo vasco. Joxe Joan González Txabarri valoró también que, si se tienen en cuenta los importantes fondos, en cuanto a cantidad y calidad, que posee la Kutxa, podría considerarse que Gipuzkoa cuenta ya con «suficiente masa crítica» oteiziana, a pesar de que el grueso de la obra del artista, por su propia decisión, se encuentra en Nafarroa, en el museo proyectado por su amigo el arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza en torno a su antigua casa-taller de Altzuza.
El diputado general saliente destacó que esta compra enriquece de forma notable los fondos públicos que la institución foral posee de artistas guipuzcoanos y se enmarca dentro de su política de coleccionismo público, que tiene como objetivo conservar y difundir el patrimonio cultural de Gipuzkoa.
Ocho de las diez piezas son esculturas en piedra, bronce, barro y yeso, la mayoría realizadas en la década de los cincuenta. El lote se completa con un dibujo y una libreta con apuntes y bocetos.