GARA > Idatzia > Kolaborazioak

Patxi Erdozain Beroiz Militante abertzale

Por aludido, contesto

El artículo en cuestión rezuma necesidad de cambio. Qué duda cabe que si las elecciones hubieran sido realmente libres, hubieran supuesto un mayor cambio

He leído con detenimiento el artículo «Navarra no se lo merece» publicado la pasada semana y siento la necesidad de hacer algunas observaciones.

A mi parecer, una frase de dicho artículo es clave para entender el meollo de lo que quieren trasmitir. Viene casi al final: «Porque no podemos someter por más tiempo a esta Comunidad a la constate confrontación identitaria». No, amigos; aquí el problema no es la confrontación identitaria, como si de dos polos opuestos se trataren y el pueblo y vosotros en medio recibiendo hostias por los dos lados. Aquí el grave problema es la imposición identitaria, la falta de democracia para decidir lo que queramos ser. Esta imposición data de siglos y se constata en el quehacer diario. Las recientes elecciones son una muestra más de que Navarra es tema de Estado. Ha habido elecciones sin poder votar, con resultados injustos y los escaños zarandeados al compás que marca Madrid. El Estado sigue usando sus resortes (educativos, eclesiásticos, de comunicación, represivos...) para conseguir que Navarra siga siendo una provincia española y olvide que es la tierra de los vascones. Los ejemplos me salen a borbotones.

Lo que pasa es que algunos seguimos sin aceptar esa imposición y luchamos para superarla.

La confrontación es consecuencia, no es el problema. Mucha gente no quiere verlo así o lo ve desde la barrera. No les niego ese derecho, pero estarán de acuerdo conmigo en que objetivamente, con su postura equidistante, ayudan a perpetuar la imposición. Muchas veces me vienen a la memoria las huelgas en las fábricas: explotación de los empresarios, respuesta obrera y los que miran a otra parte.

Sin esa frase que he destacado del artículo, ¿cómo explicar la siguiente: «Y finalmente emplazamos a esa parte de la izquierda abertzale que ha sido silenciada en muchos pueblos y ciudades, a que demuestre, con su actitud política, que está dispuesta a trabajar activamente por el cambio, que está decidida a ser crítica, autónoma y libre de presiones ajenas a ella, que está dispuesta a colaborar en la erradicación de modelos de gestión política conservadores y que está dispuesta a participar en estrategias de gestión política de izquierdas. Sin amenazas, sin coacciones, sin descalificaciones y sin rencores»? ¡Vaya sarta de improperios!

Por favor, no nos emplacéis. Esta «parte de la izquierda abertzale» está continuamente trabajando por el cambio. ¿En qué os basáis para decir lo contrario? Estamos inmersos en la problemática popular, vivimos los problemas y vamos apoyando movi- mientos populares. En relación a lo de ser críticos y autónomos, vuestra palabra contra la nuestra. Pero igual estaremos de acuerdo en que realmente se pierde la autonomía cuando de conseguir o mantener poder, dinero o trabajo se trata. Y de esto en otros lugares habrá bastante más que en «esta parte de la izquierda abertzale».

Habláis de que participemos en política sin amenazas, coacciones... Quedo flipado. Igual no os habéis enterado de que nuestro dirigente Arnaldo Otegi está secuestrado por hablar; igual no habéis oído hablar del 18/98 y de las otras muchas personas (Gestoras, Udalbiltza...) que esperan turno para ir a la cárcel, de gaztetxes, de olentzeros, de Santamaría, del euskera prohibido, de medios de comunicación cerrados, de torturas, represión en cárceles y a fami- liares... Sé que la ruptura de la tregua puede suponer más sufrimiento para todos y lo siento. Pero de todo eso que nos endilgáis sabemos un mucho.

Al final enumeráis una serie de problemas sociales que hay en Navarra y, según vosotros, merecen prioridad. Que yo sepa, son problemas iguales o parecidos a los que se sufren en todos los pueblos dominados por el capitalismo. Pero hay una diferencia, no en los problemas sino en la respuesta. Difícilmente se encontrará en otros pueblos la riqueza de movimientos sociales que surgen aquí para tratar de superarlos. La lucha por la identidad y construcción de un pueblo no elimina energías; al revés, da fuerza para interesarse por otros problemas. Si participáis en alguno de esos movimientos, seguramente habréis encontrado gente de «esa parte de la izquierda abertzale». Para nosotros, todos los problemas son prioritarios.

Me queda una pregunta: ¿Desde qué plataforma o cátedra habláis? Naturalmente, de la que no mencionáis. El artículo en cuestión rezuma necesidad de cambio. Desde los resultados habidos en las elecciones habláis de cambios. Qué duda cabe que si hubieran sido realmente libres, hubieran supuesto un mayor cambio.

Es cierto que se ha dado un paso para impedir la mayoría absoluta de UPN, pero la sombra que viene de Madrid es muy alargada. Veremos cómo actúan los nuevos cargos. Mucho me temo que no pase de poner algo de barniz, sin abordar los problemas tanto sociales como políticos que nos afectan y nosotros sigamos siendo ningune- ados hasta por plataformas que hablan de cambio.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo