«Las autoridades israelíes se están aprovechando de la actual situación en los territorios palestinos», aseguró el ministro de Exteriores palestino Mustafa Barghouti tras reunirse en Ramala con el presidente del estado alemán de Hessen, Roland Koch. En su opinión, Israel aprovecha la crisis interna que se vive en los territorios palestinos para acabar con los esfuerzos de los palestinos de crear un estado independiente.

Barghouti consideró que el Gobierno de Tel Aviv está intentando impedir la formación del estado palestino incitando a los milicianos de al-Fatah y Hamas a enfrentarse entre ellos e instalando 530 nuevos puestos de control y 600 barreras móviles en las carreteras de Cisjordania. A su juicio, la única forma de mejorar las relaciones entre palestinos es la convocatoria de unas elecciones anticipadas.

En una entrevista publicada en el diario digital «Frankfurter Rundschau», Mustafa Barghouti interpretó lo sucedido al señalar que en Hamas conviven tres corrientes, una de ellas «fanática y peligrosa», que «siente que ha llegado su momento» cuando el Gobierno de unidad fracasa y, además, es internacionalmente evidente. «Estos militantes de Hamas han cometido, sin duda, actos violentos, pero también sé que al-Fatah no ha luchado lo suficiente por mantener el Gobierno de unidad, no ha asumido que perdió las elecciones en 2006», subrayó.

Manifestó que mantiene contacto con ambos movimientos, porque «el debate que estamos obligados a mantener es cómo llegar a una exitosa reconciliación nacional». Sostuvo que «sólo la democracia nos puede salvar a todos por igual; sin ella, jamás existiría una frontera de paz entre Gaza y Cisjordania».

«Lo más triste -indicó- es que la lucha entre hermanos deja profundas y amargas heridas».

Democracia y unidad

En su conversación con Roland Koch, hizo hincapié, además, en la necesidad de proteger a los civiles palestinos frente al riesgo de una crisis humanitaria y, por eso, exigió la apertura de los pasos fronterizos. Asimismo, defendió la necesidad de salvaguardar el proceso democrático en los territorios palestinos, así como de mantener la unidad de Gaza y Cisjordania. En este sentido, se mostró totalmente contrario a cualquier proyecto dirigido únicamente a Cisjordania, al tiempo que Koch apuntó que esa división es perjudicial para la causa palestina y, además, obstruye la posibilidad de negociar con Israel.

El Gobierno de Ismail Haniyeh pidió el jueves el «restablecimiento del diálogo interpalestino» y propuso que sea «bajo auspicio árabe», al tiempo que reiteró que sus prioridades son la estabilización de la situación económica y de seguridad.

Un día después, el ex ministro palestino de Asuntos Exteriores y dirigente de Hamas, Mahmud al-Zahar, advirtió en una entrevista al diario turco «Zaman» que «si Abbas no saca una lección de los sucesos en la Franja de Gaza, más tarde o más temprano se encontrará con lo mismo en Cisjordania». Afirmó que su organización no acatará ninguna de las decisiones que tome el Gobierno «ilegal» impulsado por Abbas, mientras acusó a los líderes de al-Fatah de colaborar con EEUU e Israel y negó que Hamas reciba apoyo de Irán y de que tenga intención de establecer un estado islámico.

Propuesta para Sharm el-Sheij

Israel ultima la propuesta que ofrecerá a la ANP en la cumbre entre el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente Mahmud Abbas, prevista para el lunes en el balneario egipcio de Sharm el-Sheij. El paquete de medidas deberá ser aprobado mañana por el Consejo de Ministros y se barajan varias posibilidades, según explicaron fuentes diplomáticas.

En el plano diplomático, Israel ofrecerá a la ANP reanudar los contactos políticos con el nuevo Gobierno palestino, aunque parece que dependerá de que Salam Fayyad, su primer ministro, acepte la Hoja de Ruta, rechace «la violencia» y respete los acuerdos firmados hasta ahora.

En el área económica, se espera que el Israel descogele unos 600 millones de dólares que retiene a la ANP en concepto de impuestos y tasas de aduana. Al parecer, Israel prefiere que la transferencia sea gradual para verificar el uso que da la ANP a ese dinero. Además, Olmert ofrecerá alentar las inversiones árabes en Cisjordania.

En materia de seguridad, la oferta es menos generosa, ya que descarta excarcelar a presos palestinos; se muestra receloso a levantar los controles militares en Cisjordania y estudia suspender las redadas contra militantes de al-Fatah en Cisjorda- nia y permitir a EEUU que suministre nuevas armas a la ANP.