EIBAR Play-off de ascenso
«Estamos preparados para dar lo mejor de cada uno»
Javier Mandiola confía plenamente en que el Eibar remonte mañana el 1-0 de la ida ante el Rayo
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
Las ventas de tila se han disparado estos días en Eibar, donde esperan celebrar los mejores sanjuanes de los últimos años. Un año después del descenso, el Eibar está a dos goles de regresar a Segunda A.
Un deseo que se multiplica en el caso de un eibarrés en concreto, Javier Mandiola, que espera convertirse en el hombe que dirija el regreso de su equipo.
Y está seguro de que lo va a conseguir. Porque es un hombre optimista, porque está convencido de que el fútbol le debe una tras el ascenso que se le escapó en el último suspiro con el Real Unión y, sobre todo, porque el Eibar le ha dado motivos para la confianza. En su primer año en la categoría de bronce, después de dos décadas en Segunda, el equipo ha hecho frente a los rivales, externos e internos -la exigencia y la presión han sido considerables a lo largo de toda la temporada- para acabar la Liga como campeón del grupo II. Superó después la primera eliminatoria del play-off con solvencia y tiene ahora la segunda más difícil de lo deseable, por el 1-0 de la ida, pero asequible si tenemos en cuenta la superioridad que mostró en Vallecas.
«Estamos preparados para dar lo mejor de cada uno y con eso debe ser suficiente para pasar la eliminatoria», asegura Manix sin asomo de duda.
Y es que el propio equipo ha sido el encargado de animar a la afición tras el partido del Teresa Rivero. Javi Pérez -se sentó allí en el banquillo por la sanción de Manix- ya dijo nada más concluir, que el choque, pese al resultado, debía reforzar a un equipo que demostró ser superior a su rival. Y desde luego, así ha sido, porque los jugadores no se han cansado de repetir a lo largo de la semana que afrontan el choque de vuelta con confianza absoluta. «Dimos la talla -corrobora el técnico- y demostramos que éramos tanto como ellos o incluso más. El resultado no acompañó, pero las sensaciones fueron muy buenas, Fue una cosa tan evidente, que no ha hecho falta ninguna labor psicológica», reconoce.
La afición
Lo cual, lamentablemente, tampoco asegura nada, sobre todo teniendo en cuenta que mañana hay que levantar un 1-0. Manix lo dijo hace semanas -«el que consiga la clasificación en Ipurua lo va a hacer sufriendo, seamos nosotros o el rival»- e insiste ahora. «Nos tocaría sufrir aunque hubiéramos ganado 1-2. Va a estar muy apretado, pero estamos preparados para afrontar el partido, y con garantías».
Con garantías y con una ayuda extra, la de la afición, porque Ipurua va a superar los 6.000 espectadores, su mejor entrada desde que se remodeló el estadio. «La gente está ilusionada y nos tiene que ayudar. Pasaremos momentos malos y es ahí cuando la gente tiene que ser el número doce, pero no como frase hecha, sino de verdad».
Javier Mandiola está seguro de que el Eibar lo va a conseguir. Porque es un hombre optimista, porque el fútbol le debe una tras el ascenso que se le escapó in extremis con el Real Unión y, sobre todo, porque su equipo le da motivos para la confianza.
No van a faltar banderas mañana en Ipurua. Incluídas las «XXL» como la que donado el Barcelona a la afición eibarresa. La bandera, de 50 metros de largo, y en la que se ha inscrito el lema de moda en la ciudad, «Denok batera lortuko dugu», se colocará en la tribuna Norte.
El Comité Español de Disciplina Deportiva resultó, afortunadamente, tan duro de pelar como los Comités de Competición y Apelación. Se mantiene la segunda amarilla que vió Piti -autor del gol rayista- el pasado sábado en el Teresa Rivero, con lo que no podrá jugar en Ipurua.
Uno de los entrenadores más queridos por la afición azulgrana, José Luis Mendilibar, visitó ayer Ipurua, donde presenció el entrenamiento del equipo y departió con técnicos, directivos y jugadores.
El técnico zaldibartarra nunca ha escondido la espinita que se le quedó clavada hace dos temporadas, cuando tuvo al Eibar todo el año en puestos de ascenso, objetivo que se escapó en el último suspiro. Esta temporada se ha resarcido en buena medida, al conseguirlo con el Valladolid de manera espectacular, pero ahora, evidentemente, confía en que su ex equipo siga el mismo camino, consumando mañana el regreso a Segunda División.
A.U.L.