KRONIKA bilbao bbk live
Iron Maiden reúne a 15.000 personas: los heavys toman Kobetas el primer día
En palabras de la organización, la cifra oficial de asistencia del primer día del festival fue de 15.000 personas. Una cantidad considerable, de la que la gran mayoría acudía por ver en acción a la «doncella de hierro». Iron Maiden descargó todo su arsenal de riffs, puños en alto, potentes guitarras y ritmos veloces de heavy metal clásico. Porque si algo es este grupo, es un clásico del género, un grupo que pese a sus altibajos lleva varias generaciones sobre los escenarios.
Gotzon URIBE Crítico de música
Contábamos ayer que la edición actual del festival lleva una línea cercana al rock duro, un estilo que engloba a un abanico de público amplio: alguien que puede ser fan de Metallica y al mismo tiempo de Red Hot Chili Peppers y, por qué no, de Fito y los Fitipaldis también. Para explicar esta bipolaridad usábamos el término «concepto de música global». Y parece que el acierto reside en esa globalidad, ya que el festival reúne a un público abierto, plural y que converge en diferentes líneas estilísticas pero que a su vez se u- ne para ver a grupos tan dispares. Esta última, una característica muy a tener en cuenta, ya que estas conjunciones hacen que un festival funcione aglutinando a tanto público, tan diferente, pero con gustos variados. Y junto a ello y sabiendo que son pocos los grupos en el mundo que puedan reunir a más de 20.000 personas en sus conciertos, tener, por ejemplo, a Metallica en un festival da una repercusión mediática más grande de lo imaginado.
Sin decaer
Su nuevo disco se titula «A Matter Of Life and Death» y es un compendio de canciones que hace gala de una lucha épica -como el sonido de sus guitarras- entre la moralidad de la vida y la muerte, mostrando la línea tan delgada que separa a ambos mundos. Y hablando de mundos, los Maiden llevan años recreándose en sus propias historias, con sus personajes, sus dibujos, sus narraciones y su estética. Y así fue su concierto, un compendio de rock duro bien ejecutado en el que las partes más cañeras se juntaban con otras de medio tiempo pero sin decaer en ningún momento su show. Abrieron con canciones del nuevo disco y poco a poco fueron cayendo los clásicos. Una ikurriña que ondeaba entre el público daba buena fe de la complicidad hacia el grupo -entre el público vasco cuentan con infinidad de seguidores-, ya que hubo una época -en los 80- que las visitas de Iron Maiden a A-noeta eran casi anuales. Eso y teniendo en cuenta la escuela de heavy metal que es Euskal Herria se podía constatar que muchos seguidores provenían de diferentes rincones del país, algo que el grupo percibió rápidamente. Mención especial para el decorado, centrado en la línea bélica de su nuevo disco y que gira en torno a la lucha, con letras impregnadas de temas que hablan de la religión, la política o el terrorismo en el mundo.