El hallazgo de un vehículo con material explosivo en la localidad onubense de Ayamonte y cuya pertenencia la Guardia Civil atribuye a ETA, fue valorado ayer desde distintos ámbitos.

Mientras que el jueves las agencias informativas señalaban que el coche almacenaba detonadores, temporizadores y 115 kilos de material explosivo; ayer se hablaba ya de 130 kilos de material explosivo y un ordenador portátil. Las hipótesis policiales no cesan y tras manifestar que los supuestos militantes de ETA estaban trasladándose al sur de Portugal para asentarse allí, ayer señalaron que una pareja de motoristas llegaron en una BMW para llevarse material.

El ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, felicitó ayer, como suele suceder en estos casos, a las FSE, ya que a su juicio la «presión» de la Guardia Civil hizo «huir despavoridamente» a los supuestos militantes de ETA. El titular de Interior se congratuló de que «dejaran pistas y una cantidad respetable de explosivos».

En esta línea, elogió la labor del Gobierno español, sacando a luz su balance represivo donde recordó que desde que ETA finalizará su alto al fuego permanente son seís los presuntos militantes de ETA detenidos.

El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, también compareció ante los medios para trasladar su valoración. A este respecto, el responsable del Ministerio de Interior reconoció que las versiónes son «contradictorias».

El número dos de Interior subrayó que «la presión» que la Policía mantiene sobre ETA «provoca que sus miembros establezcan sus bases y estructuras en otros paises», al tiempo que criticó la actitud de algunos medios de comunicación por considerar que «amplifican la fuerza de ETA». En este sentido, señaló que la organización armada «no tiene tanta fuerza como presencia en los medios».

«Malísimo para la Ertzaintza»

El consejero de Interior de Gasteiz, Javier Balza, a la hora de valorar de el hallazgo del vehículo, criticó que a día de hoy no se sepa si la localización se debía a que el vehículo estaba siendo «controlado», o a que los ocupantes «se encontraran un control inesperado».

A su juicio es «malísimo» que ese extremo sea desconocido por la Ertzaintza.

En este sentido, Balza lamentó que el Gobierno español «prefiera mantener un interés inexplicable a garantizar la eficacia en la lucha antiterrorista». Ante esta situación pidió una vez más que la Policía Autonómica pueda trabajar «en Francia», donde, según el consejero de Interior, «está ETA».