La Corte de Apelación de París acogió ayer la vista contra los abogados Unai Errea y Itziar larraz, en la que el fiscal pidió la confirmación de la condena -cuatro años de prisión para Errea y tres para Larraz- mientras que la defensa pidió la absolución para los dos acusados. La decisión se dará a conocer el 13 de setiembre. Askatasuna denunció el juicio y exigió su suspensión, ya que tiene como objeto «criminalizar la defensa de los presos políticos vascos».

Entretanto, las movilizaciones en favor de los presos vascos volvieron ayer a estar presentes en la geografía de Euskal Herria. Fueron 48 los vecinos que se reunieron en Lizarra; 170 en Zarautz; 70 en Beasain; 32 en Arbizu; 60 en Soraluze y 35 en Lezo. En Bilbo, la representante de Etxerat Jone Artola compareció ante los medios. Artola denunció la situación que viven los presos y exigió a las formaciones a «responsabilidad». También hubo movilizaciones en Berriozar (50), Antzuola (30), Eibar (45), Ugao (30), Iruñea (230), Gasteiz (460), Gatika (11), Etxarri (45), Tafalla (42), Getaria (28), Bergara (62), Bera (18), Zornotza (85) y Lazkao (70).

Iñaki De Juana, por su parte, fue trasladado de nuevo desde el Hospital madrileño Doce de Octubre a la prisión de Aranjuez. El preso político fue hospitalizado el jueves al sufrir, según algunas agencias, «infección intestinal, hemorragia y fiebre» pero tal y como ha confirmado su abogado, Alvaro Reizabal, De Juana se negó a recibir tratamiento, por lo que fue conducido de nuevo a prisión.