Mi hermano Jon se encuentra recluido en Alicante, cumpliendo una condena de treinta años. Permanece preso desde hace 25 y medio. Según la ley penitenciaria española podría encontrarse en libertad desde, por lo menos, hace tres años. Desconozco la realidad penitenciaria internacional, pero dudo de que existan situaciones así en el resto de Europa.

Ocho años en Tenerife, siete en Andalucía... siempre en cárceles muy alejadas de Erandio, intentando privarle del apoyo y cariño de su familia y amigos, buscando su desmoronamiento personal.

En Erandio se están desarrollando una serie de iniciativas para pedir su inmediata puesta en libertad. Entre ellas, una campaña de firmas promovida a nivel individual por el alcalde y varios concejales de todos los partidos (salvo el PP), además de personas referenciales de la Iglesia, cultura, educación...

Con esta carta quiero dar las gracias sinceramente a quienes participan en estas iniciativas. Mi hermano ingresó en prisión siendo miembro de ETA. Entre los promotores de las diferentes iniciativas existen opiniones diferentes sobre su condición política y otros temas, pero nadie discute que si su condena tuviera otra causa mi hermano se encontraría en libertad desde hace años.