El PNV habla de crisis en el tripartito mientras EB se justifica
Después de que Rafaela Romero (PSE) fuera elegida presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa gracias al apoyo de EB, la fórmula que sustenta a Lakua ha sido puesta en tela de juicio, incluso desde el seno del tripartito. El jeltzale José Antonio Rubalkaba observa ya una «fase de liquidación» y advierte que, de continuar así, «habrá que tomar otras decisiones».
GARA |
La elección de la candidata del PSE como presidenta de la Cámara foral de Gipuzkoa ha acarreado una notable resaca política. El coordinador general de EB, Javier Madrazo, compareció ayer ante los medios para explicar las razones que llevaron a su formación a respaldar en la primera vuelta al PNV y después cambiar su voto para ofrecérselo al PSE, desmarcándose así de su socio electoral Aralar.
A su juicio, esta postura «no pone en cuestión en modo alguno» el tripartito que sustenta al Goberno de Lakua y aseguró que EB mantiene una «apuesta firme y sólida» por esta fórmula. Pero no se limitó a defender la actitud de su formación, ya que criticó a EA por haber «vetado» a EB en las negociaciones post-electorales del herrialde. Incluso, afirmó que es el partido que preside Begoña Errazti el que «no ha defendido el tripartito». Madrazo le acusó de haber «jugado a dos barajas», entre el PNV y el PSE, «por exclusivo interés partidista y mayores cuotas de poder».
El dirigente de EB consideró «inexplicable» que EA pretendiera presidir las Juntas Generales siendo la cuarta fuerza «legal» en las elecciones.
Pese a ello, Madrazo emplazó tanto a EA como a PNV a una negociación para llegar a un acuerdo de gobierno tripartito en la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Pero ese respaldo de EB al PSE ha provocado malestar en sus socios de gobierno en Gasteiz. El más elocuente ayer fue José Antonio Rubalkaba, parlamentario jeltzale, quien consideró que el tripartito «ha entrado en fase de liquidación» a raíz de los «incumplimientos de los compromisos» en la conformación de las instituciones forales y municipales. Concretamente, respecto a lo ocurrido el viernes en la Juntas Generales guipuzcoanas, señaló que «a uno le da la impresión de que alguien quiere que el tripartito muera. Si esto sigue así, indudablemente, también tendremos que pensar que el tripartito está muerto y habrá que tomar otras decisiones».
En declaraciones a Radio Euskadi, dijo que el PNV pide que «se vuelva a los acuerdos», pero advirtió que en caso de que no se sea así «es posible que en Gipuzkoa y en otros sitios no se concreten otros pactos».
Más optimista que Rubalkaba se mostró el secretario de Organización de EA, Rafa Larreina, para quien el tripartito «sigue especialmente vigente». En relación a los incumplimientos de respetar la candidatura más votada, manifestó que se ha tratado de «seis o siete excepciones no queridas» y que su partido está buscando la forma para «recomponer» la situación.
PSE: «Los relevos son sanos»
Para el PSE, quien ha cumplido con esa premisa de respeto al más votado, «esa especie de pacto entre caballeros», ha sido EB en Gipuzkoa. De hecho, su portavoz parlamentario en Gasteiz, José Antonio Pastor, criticó al PNV y a EA por no aplicar «ese criterio». Además, se dirigió a los jelkides para indicarles que por el hecho de que el PSE presida las Juntas de Gipuzkoa «no se rompe el mundo». Y añadió: «Los relevos son muy sanos».
El secretario general del PP de la CAV, Carmelo Barrio, quiso destacar que las discrepancias entre los socios del tripartito «no son nuevas» y se congratuló por que, a su juicio, el Ejecutivo de Lakua «parece tener las horas contadas». Cada día que pasa, apuntó, «parece entrar en un proceso de descomposición».
Respecto a las Juntas Generales de Araba, aseguró que hay «muchas posibilidades» de cerrar un pacto con el PSE.
EB cree que, en todo caso, quienes deberían estar molestos son ellos por haber sido «excluidos» de las negociaciones. Defiende que su voto del viernes «no pone en cuestión» el tripartito.