GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

Pros y contras del consumo de café

Cafeína, con tres tazas al día es suficiente

No es una droga, aunque mucha gente piensa, sus consumidores incluidos, que crea adicción. Es un estimulante, el más demandado en todo el mundo. Al levantarse, a media mañana, tras la comida, antes de acostarnos... Incluso la gente queda para ingerirla. Es la cafeína, presente en el café o los resfrescos, que se debate entre pros y contras.

Es usted un habitual del café y por ende de la cafeína? ¿Necesita imperiosamente ese sorbito en la barra del bar o sentado en una terraza antes de volver al trabajo tras la comida? ¿O a media mañana? ¿O, incluso, nada más levantarse de la cama? Pero, ¿cuánta cafeína ingiere al día? ¿Puede ser perjudicial para su salud? El Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC), una organización que proporciona información científica sobre la seguridad y calidad alimentaria y la salud y nutrición, con sede en Bruselas, ha analizado el papel de este ingrediente que tan presente está en nuestras vidas. No en vano, el 90% de los ciudadanos del Estado español la ingiere, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Y no es ni mucho menos un estado demasiado cafetero.

La cafeína es, sin duda, uno de los productos alimentarios más estudiados y, a la vez, más sujetos a controversia y perseguido muchas veces por la mala publicidad. Uno de los ejemplos más notorios se dio en 1911, cuando el Gobierno de EEUU denunció a la firma de resfrescos Coca Cola alegando que la cafeína de la bebida era perjudicial para la salud. Mucho tiempo después, en 1970, algunas campañas intentaron persuadir a los consumidores de que la cafeína podía provocar enfermedades cardíacas y cáncer de vesícula, y en 1980 un estudio efectuado por la FDA estadounidense -órgano controlador de la seguridad alimentaria- aseveró que la cafeína podía provocar defectos congénitos en ratas, lo que condujo a la recomendación de que las mujeres embarazadas redujeran el consumo de té y café. No obstante, el estudio no fue bien diseñado, por lo que cuando se repitió en 1983 no se corroboraron tales hallazgos.

Pero la cafeína sigue envuelta entre el mito y la realidad. El primero de ellos y que más conversaciones genera es el de si crea adicción. Incluso hay muchos consumidores que se declaran `adictos' a su ingesta. Pero no parece haber nada que lo demuestre, más allá de algunos síntomas como dolor de cabeza o fatiga en aquellos que, consumidores habituales, lo cortan de raíz. Pero la `pesadilla' no dura más de un día.

La práctica totalidad de estudios coinciden en que es aconsejable no superar los 300 miligramos de cafeína diarios, o lo que es lo mismo, el equivalente a tres tazas de café al día, sea instantáneo o soluble. En el caso de una lata de refresco, hablamos de entorno a 40-55 miligramos de cafeína; mayor cantidad tienen, sin embargo, las llamadas bebidas energéticas. De cualquier modo, los expertos aconsejan que un consumo moderado de cafeína no tendrá efectos perjudiciales -tomarse siete o más tazas diarias sí puede ocasionar insomnio o temblores- siempre que se lleve a cabo una vida más o menos saludable, ya que de unir varios cafés al consumo de alcohol y tabaco, además de otras prácticas perniciosas, al final el cóctel puede traer consecuencias.

El informe del EUFIC también matiza que el efecto de la cafeína varía de unas personas a otras. Es más, se constata que el consumo habitual de esas dosis moderadas minimiza algunos de los efectos negativos que se la achacan, mientras que se acrecientan en aquellos consumidores ocasionales. Es el caso de la agitación que puede provocar en algunas personas tras tomarse una café al que no están muy habituados. Y eso suele pasar muy a menudo.

La cafeína llega al torrente sanguíneo a los 30-45 minutos de ingerida. Luego, se distribuye por el agua del organismo, para posterioemente ser metabolizada y expulsada por la orina. Unas cuatro horas es el tiempo que viene a permanecer en nuestro cuerpo; es decir, no la retenemos.

Está constatado que sus efectos más inmediatos son algunos como el pensar con mayor rapidez y claridad, y mejorar la coordinación general, ya que actúa como un estimulante antagonista de una sustancia química que nosotros mismos generamos, la adenosina, y que sirve para modular el estado de vigilia y sueño. La cafeína lo que hace es bloquear esos receptores de adenosina, manteniéndonos despiertos.

Es un efecto que más o menos todo consumidor de café conoce. Y es que a mucha gente, sea un efecto real o sicológico, un café le hace renovar fuerzas, como un reconstituyente para continuar con la labor de cada día. El mismo estudio de la OCU aseguraba que el 44% de las personas que toman café se siente con más energía después de beberlo, mientras que un 28% de los consumidores habituales consideraba que el café les quitaba el sueño.

Pero, ¿qué hay de todos esos efectos adversos que se han dicho de la cafeína? Durante años se la ha relacionado con las enfermedades cardiovasculares, con arritmias o transtornos de las funciones cardíacas. El EUFIC considera que «resulta difícil descartar completamente esta relación» cuando hay de por medio un excesivo consumo. ¿Y con la presión arterial? Se le ha achacado que provocaba un aumento de la misma, aunque esto sólo se ha observado en personas no habituadas, en aquéllas que lo ingieron demasiado o en jóvenes. De todas formas, es cierto que se recomienda un uso moderado a los hipertensos.

Tampoco parecen serias las acusaciones de que la cafeína puede provocar cáncer, ni que la pérdida de calcio en la orina debido a su consumo sea relevante, y no parece que porque un niño se tome un café vaya a estallar en una crisis nerviosa.

En definitiva, que si no media prescripción médica negativa, parece que el café tiene a su favor más pros que contras. Entre ellos, además de los saludables, su aroma y su sabor.

Joseba VIVANCO

la cafeína: curiosidades

como pesticida

Los limacos y los caracoles detestan la cafeína y ésta podría revelarse como un pesticida no sólo eficaz sino también aceptable para el medio ambiente, según un trabajo publicado en «Nature».

en hasta 63 plantas

Es una sustancia natural presente en las hojas, semillas y frutos de más 63 especies vegetales, como en los granos de café y cacao, hojas de té, las bayas del guaraná o la nuez de cola.

Los muy cafeteros

En Europa, los nórdicos son los que hacen gala de beber más café que nadie, con un consumo medio que llega a los 400 miligramos, más de tres tazas diarias. En Suecia, sólo te cobran la primera.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo