Maite SOROA
Los temblores de Dávila
Cuando al fanatismo se le une la mala información, se perpetran artículos como el de Carlos Dávila ayer en «La razón», en el que decía que la semana pasada «ha sido de traca». Se refería a las informaciones publicadas por GARA sobre las conversaciones entre el Gobierno y ETA, y le zurraba la badana al presidente español: «Que se sepa, aún sin muchos más datos pero ya a ciencia cierta, tras la ruptura del alto el fuego Zapatero ha acordado que un amigo suyo, socialista guipuzcoano por más señas, pero todavía de apellido incógnito, se ha agarrado del brazo de un auténtico bandido, Juan María Olano, el portavoz de Askatasuna, para viajar con él hasta Francia y entrevistarse con Ibon Arburu, brazo armado, nunca mejor dicho, del jefe `Txeroki', el monstruo que ordena las matanzas. Ambos, acompañados de un tipejo impresentable de ANV, de apellido Bererciatúa o así, han regresado por los Pirineos con la certidumbre de que lo que más le mola en ETA en estos momentos es un secuestro. O sea, una tranquilidad». A Ibon Arbulu lo ví la semana pasada, en Bilbo. Andaba de compras.
El periodista mal informado añade: «Y ha entrado (...) en juego Carod Rovira (...). Vista la formidable gestión del ahora vicepresidente de la Generalitat, el maltratador Egiguren (...) se ha desplazado hasta Cataluña por ver si Carod puede conseguir esta vez dos cosas: que ETA tampoco mate por el momento y que se avenga a no levantarse de las dos mesas: la `técnica' y la `política' que hace ya quince días abandonaba airada por sentirse engañada por Zapatero. Y es que hasta a ETA le molesta que Zapatero la mienta; un columnista de ese panfleto `Gara' decía esta pasada semana que el presidente español es un reputado embustero, aparte, claro, de un mentecato de tomo y lomo por no enterarse de que ETA nunca va a renunciar ni a que Navarra y el País Vasco sean una misma cosa, ni a que ellos y sólo ellos, puedan decidir con su país artificial, ni a que sus presos `políticos' vuelvan a casa en loor (olor diría Pepe Blanco) de multitud. En días sucesivos y a medida que ETA desgrane la crónica de sus reuniones con Zapate- ro, iremos conociendo al detalle lo que ha intentado este hombre contra nosotros. Una verdadera calamidad y una traición en toda regla». Apocalíptico, ¿verdad?