JB y JG tienen cinco días para poder dirigir la Real Sociedad
Joseba ITURRIA
El galés John Benjamin Toshack y José Gabriel Múgica tienen cinco días para presentar un proyecto y solicitar a los accionistas que confíen en ellos para dirigir la Real y para hacer lo que ellos entienden que es lo mejor para el club. El técnico galés ha rechazado la oferta recibida por lo que queda de Consejo para ser el director deportivo y ha propuesto a Salva Iriarte para esa labor con su apoyo. Ha alegado como excusa que no puede compaginar su cargo de seleccionador de Gales con el de director deportivo cuando no tuvo problemas para romper sus contratos con la Real y el Saint Etienne cuando recibió en su día la llamada de Mendoza y Uranga. Está en todo derecho de rechazar la oferta, es de agradecer que quiera ayudar a la Real, pero una cosa es colaborar y otra querer dirigirla desde la distancia. Si no ha querido ser director deportivo, por coherencia no debería situarse por encima de él, salvo que pueda compaginar su cargo de seleccionador con el de presidente de la Real. Si no quiere ser ni lo uno ni lo otro, sólo el Consejo puede decir al director deportivo qué debe hacer si a este club le queda un ápice de seriedad. Lo mismo cabe decir del director del DV que en su día tuvo la oportunidad de entrar en la Real y no lo hizo, quizás por las razones por las que ahora no se presenta a presidirla, porque el trabajo que tiene es mejor y porque, como su candidato a director deportivo, prefiere dirigir desde la sombra. Si entiende que el Consejo debe hacer lo que escribió el domingo -por cierto, su candidato a presidente de hace dos años defendía en la misma página un modelo de gestión deportiva radicalmente diferente al suyo e idéntico al único que ha funcionado en la Real-, debe presentar esas ideas ante los accionistas, pedir que le elijan y utilizar para ello las 712 acciones de su empresa. Ir de neutral por la vida cuando se pretende siempre dirigir e influir no es coherente. O se es neutral de verdad o presenta su candidatura y deja de buscar, como su técnico, que otras personas hagan lo que él quiera. Y que explique a los accionistas cómo debe endeudarse la Real y cómo gestionar deuda, porque culpar a los economistas del Consejo por querer equilibrar ingresos y gastos y en la misma página decir que la Real cerrará este ejercicio con un déficit de más de diez millones es el colmo de la contradicción. Lo triste es que la Real sea dirigida por personas que quieren mover los hilos desde la sombra sin asumir la responsabilidad del papel que desean.