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Álvarez acusa a Imaz de mentir para esconder su actuación en el proceso

«Una gran mentira». De forma tajante, el mahaikide Joseba Álvarez rechazó las acusaciones de Josu Jon Imaz contra la izquierda abertzale, y, además, incidió en la finalidad del líder jeltzale para «faltar a la verdad»: que el PNV ha dado un portazo a la solución política -el derecho de decisión y la territorialidad- por mantener la cota de hegemonía política actual y no actuar en detrimento de «sus negocios».

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Gari MUJIKA

El mahaikide Joseba Álvarez replicó ayer el presidente del EBB de PNV, Josu Jon Imaz, que su acusación contra la izquierda abertzale «es simple y llanamente una gran mentira que intenta esconder» la actuación de la formación jeltzale durante el proceso. Un proceder que el mahaikide donostiarra tildó de «gravísimo» porque, según afirmó, «Imaz, que representó al PNV en esas conversaciones, dijo no a la solución por una razón de peso para el PNV», que no sería otra que preservar la hegemonía política con la que cuenta desde hace 25 años en la CAV y para poder «seguir haciendo negocios».

La izquierda abertzale salió así al paso de las declaraciones vertidas el miércoles por el presidente del PNV, quien arremetía contra la formación independentista acusándola de pretender «imponer» sus tesis en la mesa de negociación. Sobre las conversaciones en las que participó como representante jeltzale, Imaz afirmó lo siguiente: «Lo que se hizo fue, en términos figurados, poner una pistola en la cabeza al Partido Socialista y decirle: o te comprometes a que el PSN defienda activa y públicamente el poder conformar un único espacio de autogobierno de los cuatro territorios, una posición activa del Partido Socialista, por tanto cambiando tu forma de actuar y de pensar, o todo se rompe».

Tras reprochar a Imaz por «faltar a la verdad», Álvarez comentó que quizá sea el presidente jeltzale el «único» que no lo sepa pero que «todo el mundo sabe que la izquierda abertzale no miente», y menos aún en asuntos tan trascendentales y tan primordiales como la resolución del conflicto político que padece Euskal Herria. Prosiguió afirmando que «no nos identificamos con esa clase política que no tiene reparo alguno en mentir para ocultar su forma de actuación», en clara referencia al PNV.

La tarea jeltzale

Pero no se limitó a desmentir. También explicó las razones por las que los jeltzales rechazaron una «propuesta de paz» como la del Anaitasuna, sin debatirla y sin plantear alternativa alguna.

Álvarez consideró que la negativa jeltzale se debe al «miedo» de perder la hegemonía política en Gipuzkoa, en Araba y en Bizkaia y a sus «negocios», en el caso de configurar una autonomía política a cuatro. Si la izquierda abertzale reprochó al PNV que opte por «seguir haciendo negocios, aunque sea a costa de perdurar el conflicto», también le acusó de buscar otro fin con su forma de actuar: desvirtuar la naturaleza y los contenidos del proceso político.

«El PNV miente y no plantea ninguna solución», fue la tesis que planteó al recordar que la propuesta del Anaitasuna es la única que a día de hoy continúa sobre la mesa de conversaciones, en la que sólo continúa sentada la izquierda abertzale.

El mahaikide desgranó la propuesta y subrayó que su carácter es «absolutamente democrática», ya que sería imposible la creación de ese marco sin el beneplácito de los ciudadanos de cada territorio. Y agregó que hace frente y da solución a los dos problemas nucleares que retroalimentan el conflicto: el derecho a la decisión y la superación de la partición territorial. Aspectos que han evitado abordar los representantes de PNV y PSOE.

Sobre esos dos escollos permanentes, el representante de la izquierda abertzale concluyó que el PNV ha optado por no solucionar el contencioso en beneficio de sus intereses, a sabiendas de que son los nudos que, inevitablemente, deben desatar si se pretende resolver de forma definitiva el conflicto. Y, al respecto, añadió que planteamientos de reformas estatutarias sólo abocan a que el conflicto se instaure de forma permanente.

Actuaciones que pasan «factura política» al PNV

En una comparecencia casi monotemática en torno al PNV y, en concreto, sobre el proceder de su presidente, Josu Jon Imaz, la izquierda abertzale también manifestó que las actuaciones y las declaraciones que viene realizando el político de Zumarraga están pasando «factura política» a la formación jeltzale.

De entrada, Álvarez censuró que mientras, «sin reparo alguno», el PNV rechaza solucionar el conflicto político en pro de sus beneficios particulares, como el mantenimiento de «sus negocios» y «la hegemonía política en la CAV», «no tiene ninguna vergüenza en acudir a Madrid para ofrecer un nuevo pacto antiterrorista». Recordó que el primer síntoma del «declive» del partido jeltzale se constató con los resultados obtenidos en los comicios del pasado 27 de mayo, con una más que considerable pérdida de votos.

También destacó que el segundo síntoma de la pérdida de centralidad política de PNV se ha demostrado en los pactos postelectorales, en los que, a juicio del mahaikide, se han dejado entrever las fisuras del poder jeltzale a la hora de conformar acuerdos. Una característica que, apuntó, se da también en el seno del partido de Imaz con sus luchas intestinas, que «son bastante públicas».

«Desde luego, Josu Jon Imaz es un político que está perdiendo relevancia; la gente está muy enfadada», prosiguió Álvarez para, acto seguido, valorar que han sido dos las razones para el retroceso del PNV en esa centralidad política: primero, por su forma de actuación durante el proceso político, y, segundo, por los planteamientos neoliberales que pretende llevar a cabo la formación jeltzale. G.M.

«Negocios»

La izquierda abertzale censuró de forma tajante que la formación jeltzale haya optado en esta coyuntura política por «seguir haciendo negocios, aunque sea a costa de hacer perdurar el conflicto político».

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