Será en la reunión del próximo lunes cuando la Ejecutiva Regional de Eusko Alkartasuna tome una decisión sobre qué fórmula de gobernabilidad empleará para la Diputación: si optará, como durante la votación para la constitución de las JJGG de Gipuzkoa, por conformar gobierno foral junto al PNV o, en caso contrario, con el PSE. El último intento que realizaron ayer tarde, por primera vez en la misma reunión, los partidos del tripartito finalizó sin lograr el acuerdo, y con Galdos sin cerrar todavía las puertas al PSE.

Iñaki Galdos afirmó que las negociaciones entre PNV y EA para configurar el Ejecutivo de la Diputación foral están «en buena sintonía», aunque no las dio por cerradas porque, según señaló, «todavía quedan flecos». En cambio, no trascendió nada de la reunión a tres bandas que mantuvieron posteriormente PNV, EA y EB. Sólo que no ha habido un acercamiento de posturas y la constatación de la divergencias existentes entre EB y la formación de Iñaki Galdos.

Uno de los asuntos que dio por zanjado con la formación jeltzale fue el de la responsabilidad de dirigir el área de Hacienda de Gipuzkoa, que, en caso de cerrar el acuerdo de gobernabilidad, recaería en EA. «No porque se desconfíe de la honradez de los hombres y mujeres de PNV, sino porque había que mandar un mensaje que era necesario» tras los sucedido en Irun.

Pero aunque hayan diseñado ya el reparto de las carteras, el de Oñati consideró que «en definitiva, en Gipuzkoa existe voluntad por parte de PNV y EA de llegar a un acuerdo pero -matizó- también existe voluntad por parte del PSE».

Una voluntad manifiesta del PSE, que recibió el agradecimiento expreso de Iñaki Galdos por «la paciencia infinita y lealtad con la que está esperando la respuesta».

No tuvo, en cambio, los mismos agradecimientos para EB-Aralar. Condicionó la entrada de la coalición en un futuro Ejecutivo «si cambian su postura y la flexibilizan». También añadió, al respecto, que para él es EB la que «se ha autoexcluido del próximo Gobierno foral».