Testarudo, controlador, un laborista de los que creen en la importancia del Estado. Ese es Gordon Brown. Y ayer, Brown, nombró un gobierno en el que priman la juventud y las ansias de cambio. Algunas de las viejas figuras de la era Blair, como el que fuera ministro de Transportes, John Prescot o el de interior, John Reid, ya habían anunciado que no se unirían a la nueva administración laborista. Otros, como la hasta ahora ministra de sanidad, Patricia Hewitt, mencionaron «motivos personales» como la razón de sus ausencian en el gabinete. Pero la clave es el cambio, según Brown, que ha prometido importantes reformas en la Sanidad y la educación, dos de los sectores privados que más han sufrido bajo los mandatos de Blair.

Y cambio ha traído. En total, once de los miembros del antiguo Gobierno Blair no se encuentran en la nueva Administración. Dos antiguos ministros laboristas, Harriet Harman y Geoff Hoon, vuelven a posiciones de gobierno junto a los siete nuevos ministros para los cuales ésta será la primera experiencia en la Administración.

Jacqui Smith es la primera ministra de interior en la historia británica. Todos los ministros que han sobrevivido a la remodelación han cambiado de cartera, con la excepción de Des Browne, en el Ministerio de Defensa. A pesar de los cambios, el conservador George Osborne mantenía que muchas de las caras de este gobierno siguen asociadas con los fracasos del Gobierno británico. En la misma línea se expresó el líder de los liberales, Menzies Campbell, que apuntaba a que era necesario un cambio de dirección, no sólo un cambio de personal, ya que este nuevo gabinete «no puede escapar a los últimos diez años. Los fracasos del laborismo son también sus fracasos».

En la primera reunión del ejecutivo británico la discusión se centró en las inundaciones que ha sufrido Inglaterra y en un posible cambio legislativo con la posibilidad de una constitución escrita para Gran Bretaña, cuya legalidad se basa principalmente en la jurisprudencia y en las decisiones del Parlamento, pero que carece de una ley central. El nuevo ministro de justicia, y segundo en el gobierno británico, con el puesto de Lord Chancellor, Jack Straw, revelará más detalles sobre los planes de Brown la próxima semana.

Nuevas caras en el gabinete que incluyen a James Purnell, que sustituye a la miembro del Opus Dei Tessa Jowell en Cultura y David Miliban, que a sus 41 años se convierte en el ministro de Exteriores.

Jacqui Smith, la que fuera portavoz laborista en los Comunes, se hará cargo de un ministerio de interior con menores responsabilidades, ya que prisiones pasan a ser responsabilidad del Ministerio de Justicia.