Media docena de «embarcaciones» cumplieron ayer con una nueva edición, veintiocho ya, de la anual Bajada del Arga, en la que se reivindicó que «el río no debería ser una cloaca». Con esta denuncia, los convocantes Ekologistak Martxan, Gurelur y Lurra, quisieron llamar la atención de las administraciones sobre la calidad de las aguas del Arga y sobre la cantidad de plásticos que se acumulan en sus orillas.

Estas asociaciones denunciaron que el río a su paso por Iruñea no cumple los objetivos ambientales por la gran carga de vertidos contaminantes urbanos e industriales que recibe. «Los indicadores biológicos muestran que el estado del Arga es relativamente bueno al entrar en Iruñea, pero ya en Sanduzelai sólo la mitad de los muestreos alcanzan los objetivos de calidad de la directiva europea, en Landaban empeora algo más y en Ororbia sólo tres de los 18 muestreos realizados desde 1996 alcanzan los objetivos».

En la fiesta de ayer, en la que los participantes debieron idear sus propias embarcaciones, también se denunció el «insuficiente caudal» del río en épocas de estiaje como la actual. Una comida en el Puente Viejo de la Magdalena puso fin al acto.