La lluvia y el viento han sido un año más protagonistas en el All England Tennis Club de Londres. Fieles a la tradición, aparecieron el primer día de la semana y sólo han dado una jornada de tregua a los jugadores.

La pista central, sumida en las obras de remodelación que harán de la 'Catedral' un estadio con techo retráctil en el 2009, no ha sido ajena a la adversa climatología. Sin la protección del techo, el viento azota este año con mucha más fuerza la bola y hace más complicado el juego de los tenistas.

Rafa Nadal, finalista en la edición del 2006, reconocía después de vencer al austríaco Werner Eschauer en segunda ronda, que las condiciones en la Central habían sido «muy difíciles».

«Hacía mucho frío, mucho viento de un lado para otro y la verdad es que la pista empieza a estar un poco desgastada y había botes malos. Había mucho viento y es peor ahora que la Central no tiene cubierta», afirmó el mallorquín. «Prefiero el sol», admitió Nadal, en alusión a los frecuentes parones.

El propio Roger Federer, campeón cuatro veces en esta competición, reconocía que la nueva situación de la Central variará las condiciones de juego. «Desde luego será diferente porque el viento llegará con mayor facilidad a la pista, pero la atmósfera continuará siendo única porque la pista central siempre esta totalmente llena».

Las fuertes lluvias han bañado literalmente a los ingleses en el comienzo del verano y las previsiones meteorológicas no apuntan mejorías hasta el miércoles. La situación, al menos, no es tan catastrófica como en otras ediciones y las treguas que ofrece la lluvia son aprovechadas para jugar partidos. Ayer, las instalaciones del All England Club se encontraban repletas de paraguas y los organizadores terminaron por cancelar la jornada. Quizás, mañana habrá tregua.