La montaña se cobró ayer dos nuevas víctimas en las personas de dos montañeros vascos. La primera fue una vecina de Bergara, quien murió al caerle una gran piedra en la cabeza, cuando se encontraba en una zona conocida como el embudo de la Garganta de Aisa, en Huesca.

La fallecida es María Jesús P.E., de 49 años, según confirmó por la tarde en un comunicado la Subdelegación del Gobierno en Huesca.

El 112 SOS Aragón avisó hacia las 12:10 horas sobre el accidente sufrido por la montañera vasca, ocurrido al caerle una piedra de gran tamaño en la cabeza, en el paraje entre los picos Llana de la Garganta y pico Llana del Bozo, en una zona conocida como el embudo de la Garganta de Aisa, en el término municipal oscense de Aisa.

Fuerzas de la Guardia Civil de Jaca, el helicóptero UHEL 41 y un médico del 061 se desplazaron al lugar, donde el facultativo tan sólo certificó la muerte de la mujer posiblemente por traumatismo craneoencefálico.

El cadáver fue evacuado en una camilla hasta un lugar donde pudiera ser recogido con seguridad por el helicóptero y, posteriormente, trasladado al Hospital Comarcal de Jaca.

El otro montañero fallecido es Iñaki B. El suceso ocurrió en la zona conocida como La Capilla de San Isidro, en el concejo de Aller, mientras realizaba una marcha por la zona, según informaron mediante un comunicado fuentes del servicio de emergencias 112-Asturias.

En el dispositivo de auxilio participaron el Helicóptero y el Grupo de Rescate de Bomberos de Asturias. El accidente ocurrió pasadas las 13.00 horas. El 112-Asturias no informó sobre las causas del fallecimiento.

El último muerto en la montaña fue en marzo pasado, en la localidad de Abadiño, donde falleció un montañero durangarra, tras sufrir una caída por un precipicio del monte Alluitz, en el macizo de Anboto. Un mes antes, Zornotza despidió a un joven montañero de 28 años fallecido en el Pirineo navarro, tras ser alcanzado por un rayo cerca de la cima del Pico Ori.

El ciclista vizcaino de ultrafondo Julián Ruiz tomó ayer la salida desde la Colegiata de Orreaga para intentar recorrer el Camino de Santiago, 747 kilómetros, en 24 horas, pedaleando sin descanso a una media de 31 kms/hora en solitario.