El ciclista kazajo Alexander Vinokurov confirmó ayer que trabaja desde el año pasado con el controvertido preparador italiano Michele Ferrari y negó todo dopaje, al afirmar que está «limpio» en una entrevista con el diario deportivo «L'Equipe», a una semana del inicio del Tour.

Ferrari «es mi preparador físico, pero no mi médico», dijo Vinokurov, y asegura que éste «nunca» le ha propuesto medicamentos.

«Sólo es mi preparador físico y si hablo con tanta libertad es que no tengo nada que ocultar», insistió el corredor, que firmó el jueves la carta ética de la UCI.

El ciclista del Astana dijo que no reveló antes que trabaja con Ferrari porque «temía la reacción de la gente», ya que se oyen cosas negativas sobre el experto italiano.

«Nunca he sentido vergüenza y no tengo nada que reprocharme», explicó. Señaló que fue el propio Ferrari, con el que contactó a finales de 2005, quien le advirtió de que su imagen podría quedar «empañada» por esa colaboración.

El ciclista señaló que «dejaron en paz» a Armstrong cuando anunció en 2001 que trabajaba con Ferrari y que era «el mejor preparador». Armstrong ganó luego cinco ediciones del Tour sin que hubiera críticas, agregó.

Vinokurov indicó que una vez al mes pasa un test de esfuerzo para ver cómo está físicamente: «Mi entrenamiento depende de estos resultados».

Explicó que los planes de entrenamiento de Ferrari son buenos y que desde el año pasado ha progresado «mucho en montaña y también en el contrarreloj».

«Gané la Vuelta y eso reforzó mi confianza en él», dijo, que «a veces» reencuentra en los métodos de trabajo de Ferrari los que conoció en la era de la Unión Soviética.