La cuestión vasca centrará buena parte del debate en el Congreso
De la tregua que el líder del PP, Mariano Rajoy, le concedió al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras su reunión del 11 de junio poco queda ya. El PP volverá hoy a la carga contra el Ejecutivo español pidiéndole explicaciones sobre las negociaciones con ETA, el debate sobre un nuevo marco para Euskal Herria en un foro extraparlamentario y el posible descabalgamiento de UPN del Gobierno navarro por un acuerdo entre PSN, IUN y NaBai.
Iñaki IRIONDO |
Hace dos años el llamado Debate del Estado de la Nación en el Congreso de los Diputados supuso la firma del acta de defunción del «Pacto Antiterrorista» en lo que tenía de pacto entre PSOE y PP (otra cosa ha sido el mantenimiento de sus repercusiones legales). De aquel debate surgió la resolución del 17 de mayo de 2005 que autorizaba al Gobierno a dialogar con ETA si ésta ofrecía signos de querer abandonar la violencia. Se trataba, en realidad, de dar ropaje oficial y lograr el consenso de todos los partidos -todos menos el PP- para lo que ya se venía trabajando a la sombra.
El año pasado los movimientos en la sombra volvieron a marcar el debate. En pleno alto el fuego de ETA, el discurso de José Luis Rodríguez Zapatero pretendió pasar casi por alto la cuestión, y aunque Mariano Rajoy sacó el tema y atacó con dureza al Gobierno, el intercambio de reproches no dio para grandes titulares. La noticia estaba en otro lugar agazapada esperando a que llegara a la noche para saltar. Pasadas las 22.00 horas, el secretario general del PSE, Patxi López, declaraba a Radio Euskadi que era necesario pasar a una fase de negociaciones incluyentes y anunciaba una próxima reunión con la izquierda abertzale. La declaración era fruto de negociaciones con Batasuna, ocho de cuyos mahaikides estaban citados en esos días para declarar ante la Audiencia Nacional. Al día siguiente Zapatero afirmó en el Congreso que «no haber llegado a la paz no impide que el diálogo político empiece». Y en la sesión de resoluciones Mariano Rajoy anunció que rompía sus relaciones con el Gobierno y se sentía liberado de los compromisos adquiridos tras el anuncio de alto el fuego.
Mariano Rajoy llegará hoy a la Cámara liberado, al parecer, de los compromisos adoptados hace tres semanas. Tras su encuentro con el presidente del Gobierno del 11 de junio -una vez roto el alto el fuego-, anunció que apoyaría al Ejecutivo «para derrotar a ETA».
El PP se reserva la carta
Evitó cualquier crítica al presidente y se sentó a esperar a ver qué hacía Rodríguez Zapatero. Ni siquiera las informaciones sobre el hecho de que el Gobierno hubiera hablado con ETA y el PSOE con Batasuna en plena campaña electoral le sacaron de su posición silente. Pero otros portavoces del PP han ido calentando motores para la que vendrá hoy.
El Gobierno es consciente de que el PP le va a poner sobre la mesa no sólo las conversaciones con ETA, sino el debate sobre un nuevo marco con Batasuna en un ámbito extraparlamentario y hasta las negociaciones del PSN con NaBai sobre el Gobierno de Nafarroa. Es decir, la cuestión vasca centrará -otra vez más- buena parte del debate sobre el estado de la nación española. Por ello, es posible que finalmente aborde la cuestión con cierta extensión. Así se lo han solicitado desde poderosos medios cercanos al PSOE.
Lo que queda por saber es si se presentará una resolución sobre la cuestión que vaya a ser votada. El Gobierno llama a la unidad y no quiere que se oficialicen divisiones, pero el PP se reserva jugar esa carta, dice que en función de cómo vaya el debate. También en IU podría haber un intento de que se formalice un nuevo acuerdo abierto a todos, que pase la página del Pacto PP-PSOE, aunque cabe pensar que Gaspar Llamazares se atendrá finalmente a lo que le pida Rodríguez Zapatero.
Desde Euskal Herria, el PNV recordará que el balance de la legislatura de Zapatero en materia autonómica para la CAV es equiparable a la última de Aznar. Es decir, cero.
La portavoz de EA en el Congreso, Begoña Lasagabaster, anunció por su parte que hablara de la pérdida de la oportunidad para hacer una transición en la Justicia y una reorganización del modelo de Estado.
El Gobierno pedirá unidad y no desea una resolución que oficialice nuevamente la división del Congreso ante ETA. Pero el PP se reserva la posibilidad de pedir una votación para prohibir cualquier futura negociación.
Incluso desde poderosos medios cercanos al PSOE se ha pedido al Gobierno que ofrezca explicaciones sobre pasos dados durante el alto el fuego de ETA, al tiempo que ofrecían informaciones desde la visión de la Moncloa.