La primera asignatura de Salva Iriarte en su etapa de director deportivo que comienza hoy, al margen de acertar con las decisiones que vaya a adoptar, es ser, y demostrar que lo es, el máximo responsable deportivo del club sin estar supeditado a lo que piense o diga una persona que no ha querido ocupar su puesto. Salva Iriarte conoce como pocos el trabajo de cantera en la Real y confía en lo que le ha valido a este club para tener la estabilidad económica y deportiva que ha perdido ahora. Es una persona con unos grandes conocimientos del fútbol, aunque en ningún momento le ha tocado seguir de cerca la Segunda. No cabe discutir su capacidad y sus conocimientos, pero por encima de ello debe demostrar su carácter, responsabilidad y autonomía. Toshack ha decidido que él sea director deportivo y Coleman entrenador. A partir de ahora sólo debe decidir él.