Euskaltel-Euskadi
Los patrocinadores garantizan la continuidad del equipo hasta 2010
Madariaga, con «el visto bueno» de Euskaltel y las instituciones, anunció la prolongación de los contratos de Igor Antón y Koldo Fernández de Larrea. Bajo el liderazgo de Haimar Zubeldia y una mezcla de veteranía y juventud, la apuesta en el Tour son las etapas
Unai IRARAGORRI | DERIO
Haciendo frente a la tormenta extradeportiva que azota el ciclismo, Miguel Madariaga anunció ayer la intención de Euskaltel y las instituciones de prolongar su patrocinio hasta 2010. En la tradicional salida al Tour del nueve naranja, el mánager general reveló la prórroga de los contratos de Igor Antón hasta ese año y de Koldo Fernández de Larrea hasta 2009.
Haimar Zubeldia capitanea el equipo del Tour, y el corredor usurbildarra estará escoltado por los pretorianos Astarloza, Landaluze, Isasi y Verdugo. La bisoñez y la ilusión la aportan los debutantes Antón, Txurruka, Rubén Pérez y Azanza.
La inesperada presencia de Fernández de Larrea en el acto de Derio junto a los nueve corredores que a partir del sábado disputarán el Tour pronto tuvo explicación. Madariaga, «con el visto bueno» de José Antonio Ardanza, presidente de Euskaltel, Miren Azkarate, portavoz del Gobierno de Gasteiz, y José Luis Bilbao, Diputado General de Bizkaia, anunció la prolongación de los contratos de Antón y Fernández de Larrea, por tres y dos años, respectivamente.
«Este equipo no tiene fecha de caducidad», subrayó Madariaga. El patrocinio con Euskaltel y las instituciones vascas está formalizado hasta 2008, pero la revelación de ayer supone una ampliación del contrato y una renovación de la confianza en el trabajo de González de Galdeano.
El mejor equipo posible
El secretario técnico ha elegido a un nueve naranja planificado desde enero, con todo lo que eso supone a favor de los corredores. Sólo el bajo rendimiento de Galdos por enfermedad y las lesiones, diez en total, han trastocado sus planes, aunque finalmente ha podido confeccionar casi por completo el equipo que tenía en mente.
Por séptimo año consecutivo, todo un éxito que hay que valorar, el conjunto naranja realizó en Derio la tradicional ceremonia antes de salir a Londres, en este caso. El rector de la Basílica de Begoña, Jesús Garitaonandia, bendijo a los corredores: «A Dios rogando y a los pedales dando», espetó. Tampoco faltó Laiseka, símbolo del equipo y que será recordado por su victoria en 2001 en Luz Ardiden.
El 2007 es una mezcla de juventud y veteranía. Zubeldia, Isasi, Landaluze y Astarloza son la experiencia y sobre ellos recae la responsabilidad. Por el contrario, Antón, Txurruka, Azanza y Rubén debutan en la carrera francesa. Los dos primeros, sobre todo, parecían escolares en su primera día de instituto, pero el Tour no es cosa de niños y se muestran con ilusión y ganas. Incluso Txurruka y Azanza debutan en una vuelta de tres semanas. Por último, Verdugo es el único que repite respecto a los corredores que disputaron el Giro.
Ardanza, por su parte, ensalzó el sacrificio que supone un deporte como el ciclismo y señaló el ensañamiento y el desprestigio que sufre este deporte.
En el acto protocolario, más rápido que en años precedentes, lo que es de agradecer, Madariaga volvió a insistir en el cambio de actitud del equipo este año bajo la batuta de González de Galdeano. Un cambio que se vio reflejado en una nueva indumentaria y bicicletas y en un flamante autobús de 12,20 metros de longitud.
Como no podía ser de otra manera, González de Galdeano mostraba ayer su «máxima confianza» en que su equipo vuelve «con alegrías» a su regreso del Tour. Al mismo tiempo, era realista.
«No tenemos un equipo para ganar el Tour pero sí para dar la talla y luchar por ganar etapas. A partir de ahí, cada corredor tiene un trabajo encomendado», aseguró.
Sabe que en los Pirineos la afición les apoyará al máximo, pero prefiere llegar «con los deberes hechos» a Euskal Herria, por lo que lucharán por una etapa desde el inicio.
Sobre Zubeldia, el líder del equipo, sostiene que «puede aspirar a algo más» que a terminar entre los diez primeros. «Tiene que estar más metido en carrera y disputar etapas, y eso le puede llevar a terminar entre los diez primeros».
Más allá, el técnico gasteiztarra es cauto. «Puede lograr un quinto puesto y no sería ninguna sorpresa; pero ahora mismo subir al podio es un objetivo irreal e inalcanzable».
En ese sentido, apunta a Vinokourov y Astana como los principales candidatos a la victoria final, pero no se olvida de Sastre y avisa que el Discovery puede dar mucho juego».
Respecto a la firma de los corredores de la carta de la UCI, revela que el equipo se ha limitado a ser «un intermediario en una situación complicada». De todas formas, espera que a partir del sábado el protagonista sean los ciclistas y no otras circunstancias extradeportivas.
U.I.
