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Alpinismo La huella humana en el Techo del Mundo

Everest Fuente inagotable de noticias

Entre las noticias más destacadas del pasado premonzón están el nuevo récord de ascensiones, la construcción de una carretera al campo base y reconstrucción de la expedición de Mallory e Irvine.

Andoni ARABAOLAZA | DONOSTIA

Ya son demasiados los que creen que al Everest se le está acabando su época, si no se le ha ha acabado ya. Y cierto es que desde hace ya mucho tiempo, el Techo del Mundo (8848 m) ya no es el que era, o lo que debía de ser. Y la desgraciada situación que ensombrece esa realidad no está auspiciada por las fuerzas de la naturaleza, sino, todo lo contrario, por el ser humano. Ya se habla de que el cambio climático tendrá (y ya está teniendo, a un nivel menos alarmante) serias consecuencias en el ochomil más «buscado» por los montañeros. Y tirando del carro, cómo no, el pico más alto del mundo cada año sale más a la palestra también por otros cambios -éticos, de imagen, de contaminación...- que se dan en su seno. El debate ya lleva tiempo en las mesas de disertaciones, pero, como muchos grandes alpinistas reivindican, «se habla mucho pero se actúa poco».

Y el premonzón del 2007 tampoco se ha escapado a este contexto que tiene visos de ir a peor. Si nos centramos en el número de ascensiones que ha tenido en los meses previos al monzón, la verdad es que ni asusta ni sorprende. Nuevo récord, con 520 montañeros que han subido, tanto desde la vertiente nepalí como de la tibetana. Eso sí, a estas alturas el lector ya sabrá de qué forma se ha escalado.

Una carretera y un hotel

Si lo que se ha dejado por el camino a cima es de por sí preocupante, todavía lo es más los planes que la emergente China tiene para el campamento base del Everest. Son proyectos que se oían hace ya una década, y algunos de ellos hoy en día ya son realidad. El poderoso país ha sabido aprovecharse del boom que vive el Himalaya, y para empezar está construyendo una carretera de 108 kilómetros que lleva directamente a los pies del ochomil. Los mandatarios ponen la excusa de que por allí pasará la antorcha olímpica del próximo año. Pero no se quedan ahí, y el segundo proyecto, una vez acabada la carretera, será construir un hotel en el mismo campo base, a 5.200 metros de altitud.

Y mientras las alocadas noticias del 2007 siguen su curso, algunos alpinistas han querido reivindicar la primera posible ascensión del Everest, la que algunos conceden a George Mallory y Andrew Irvine. Y para ello han querido ponerse en situación, en la que se desarrolló en 1924; nada más y nada menos que hace 83 años. Querían reconstruir dicha expedición para llevarla a la gran pantalla. Y lo han hecho, de modo similar al realizado en el 2000 por los del programa televisivo «Al Filo de lo imposible».

La estela de Mallory e Irvine

La idea surgió del alpinista norteamericano Conrad Anker, el mismo que organizó en 1999 una expedición para encontrar a Mallory y su cámara de fotos, para de esa forma confirmar si fue la primera o no al Techo del Mundo. La cámara no apareció, pero sí en cambio, el cuerpo de Mallory. A partir de ahí, Anker fue pasto de una exacerbada crítica.

No contento con ello, el gran alpinista estadounidense volvió en el premonzón con la idea de rodar una película sobre la expedición de 1924. El vestuario, material..., el mismo de la época. Y, sobre todo, necesitaban la tan codiciada soledad, es decir, que el ochomil estuviera vacío como hace 83 años. Finalmente, Anker, junto al joven británico Leo Houlding, pisaba cima el pasado 14 de junio. Y lo hicieron superando el segundo escalón (la ascensión es por la vertiente tibetana o norte) en libre, lo que se traduce en V+. Unos buenos metros sin la tan famosa escalera puesta por los chinos a 8.600 metros de altura, la sección clave de la ascensión. Un tramo importante en libre que también ha creado una importante controversia, y es que, ¿cuántos la han escalado sin la utilización de la escalera? Por polémicas que no quede.

Ahora sólo nos queda visionar la película de Anker y conocer de nuevo sus postulados sobre si Mallory e Irvine fueron los primeros ascensionistas del Everest. Lo que por lo menos está confirmado es que a ambos montañeros se les vio por última vez a 800 metros de la cima. Era el 8 de junio de 1924.

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