Veinticuatro horas después de que la patronal vizcaina anunciara que daba por finalizadas las negociaciones del Metal denunciando la «cerrazón» sindical por no aceptar el aumento de la jornada laboral, sus colegas de Araba tomaron ayer un camino similar que probablemente conduzca a la misma situación. Así, la patronal arabarra recuperó ayer una propuesta realizada en abril para aumentar la jornada laboral -ocho horas por año para el periodo 2007/2009-, idea que las centrales sindicales rechazan. Probablemente esta situación de bloqueo será aprovechada por los empresarios para levantarse de la mesa, con lo que Araba seguirá sin convenio un año más, lo que se repite desde 2004.

En un comunicado, la patronal alavesa justificó el mantenimiento de sus posiciones en la reunión de la mesa del Metal celebrada ayer diciendo que son «ajenas» a los cambios en los órganos rectores de SEA.

Además, afirmó que sus propuestas tratan de «asumir una serie de prerrogativas con el fin de mantener e incrementar la competitividad de un sector que presenta claros problemas en este campo». SEA consideró que para cubrir este requisito es necesario incrementar la jornada laboral. Con el fin de que en Araba se ajuste el «desfase» de horas respecto a la media estatal, la organización empresarial propuso un incremento de ocho horas por año durante el período 2007-2009, «en línea con políticas ya establecidas en países europeos como Alemania y Francia».

La patronal consideró que debe «reconducirse el incremento del nivel de absentismo», que cifran en un 34% desde 1998. Según SEA, las 2,5 millones las horas perdidas en el último año suponen unos costes laborales directos que superan los 55 millones de euros.

Los empresarios también se quejaron de los «altos costes laborales y al incesante aumento de los precios de las materias primas», que les obligan a «atajar» una situación que «hace peligrar de forma seria el empleo en el sector», advirtió.

Críticas sindicales

Santi Díaz Espada, responsable de Metal en Araba de LAB, afirmó que la central abertzale «no está dispuesta a aparcar ninguan reivindicación fundamental para reorganizar el sector, especialmente lo relacionado con el empleo, la subrogación, el control de la eventualidad y la responsabilidad de las subcontratas», en relación a cuestiones que planteó UGT, como el centrarse sólo en temas salariales y dejar «como está» el resto de cuestiones.

SEA insinuó que quizá estudiaría una propuesta de este tipo para uno o dos años. En opinión de LAB esto «supondría una dejación de derechos, sobre todo en el tema del empleo, temas sociales y complementos en casos de accidentes».

Por su parte, CCOO acusó a la patronal alavesa de tratar de crear «aún más conflicto» por presentar una propuesta que «se aleja absolutamente de las pretensiones lógicas de la parte social para poder llegar a acuerdos». Además, mostró su deseo de que no se produzca la misma situación que Gipuzkoa y en Bizkaia, «el abandono por parte de LAB de las negociaciones».

El sindicato ELA, entretanto, anunció que va a continuar con su dinámica de llevar la negociación a las empresas «ante la cerrazón de SEA, como vía para romper los límites que la patronal quiere imponer». ELA ha insistido en que la postura mantenida hoy por SEA es la de no querer avances, ya que «continúa con la misma oferta que ya presentó hace dos meses».