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Un ganadero está en huelga de hambre para poder abrir una granja porcina en Arrieta

El Ayuntamiento de Arrieta alega que incumple «alguna normativa» de tipo sanitario. Aitor Aurrekoetxea, el ganadero, cree que detrás hay intereses urbanísticos. Y algunos vecinos no quieren olores porcinos.

Kepa PETRALANDA |

Aitor Aurrekoetxea recibió el pasado marzo del arquitecto municipal de Arrieta el visto bueno inicial para habilitar una explotación de ganado porcino para 25 cabezas en un terreno rural, de aproximadamente una hectárea. Este joven de 29 años mantiene explotaciones similares en Mungia y Zamudio, de cara a su actividad al frente de una txosna móvil con las que recorre las fiestas para difundir su oferta gastronómica a base, fundamentalmente, de productos del cerdo.

Sin embargo, al presentar recientemente su proyecto definitivo, el Ayuntamiento vizcaino ha decidido cerrar el expediente, alegando que incumple «algunas cuestiones sanitarias», tal y como confirmó ayer a GARA la alcaldesa, Edurne Torrealdai.

Previamente, algunos residentes se habían movilizado contra el proyecto, llegándose a celebrar incluso una asamblea vecinal. El posicionamiento contrario a la instalación tiene que ver, en algunos casos, con eventuales trastornos o incluso problemas sanitarios que pudiera acarrear a quienes viven en el entorno, aunque en otros el rechazo está ligado a inconfesables intereses constructivos o incluso especulativos, tras los que habría propietarios que consideran que la explotación «devaluaría» los terrenos.

Ésta es la cuestión de fondo a la que alude Aitor Aurrekoetxea. «Son terrenos rurales pero en diez años quizá se pueda edificar, pasando a valer 20 veces más. Dicen que los terrenos se devalúan, pero olvidan que los terrenos rurales son para lo que son. ¡No hay derecho!», añade.

Por ello, Aurrekoetxea tomó la decisión de iniciar una huelga de hambre frente al Ayuntamiento ante el cierre del expediente, lo que significa que la aprobación del proyecto se retrasaría, al menos, medio año. «Pido que se respete el procedimiento habitual; quiero que se revoque el decreto de alcaldía y me den los diez días -prorrogables a quince- que contempla el procedimiento administrativo y la Ley de Régimen Local para subsanar el incumplimiento que han apreciado», explica.

Al sexto día del ayuno, el pasado martes sufrió los efectos de una bajada de glucosa. Requirió atención sanitaria y ayer recibió el alta; mantenía el ayuno, aunque comenzó a ingerir una bebida alta en azúcar.

La alcaldesa ha hablado con él estos días. Tal y como explicó Edurne Torrealdai, «urbanísticamente, el terreno es válido para la explotación. En mayo solicitó la licencia y tras analizar la normativa concluimos que incumple algunas cuestiones sanitarias y así se lo hicimos saber tanto a él como a su asesor. En cualquier momento podrá abrir, no decimos que no, pero si abre, otro expediente».

Torrealdai subraya que «no estamos cerrados» y añade que el Ayuntamiento no actuará «contra la Ley», pero añade que «hay descontento» en el pueblo. «Hay que compaginar lo que dice la gente con las normas. Si al final sale adelante el proyecto, que afecte lo menos posible», añade la alcaldesa.

Aurrekoetxea, por su parte, manifiesta que en tres años «intentando ganarme el pan» no ha encontrado más que trabas, al igual que otros ganaderos, y cree que en casos como éste «los ayuntamientos no se pueden posicionar con o en contra de los vecinos, no se pueden mantener votos a cualquier precio».

no se devalúa

«Son terrenos rurales pero en diez años quizá se pueda edificar, pasando a valer veinte veces más. Dicen que los terrenos se devalúan, pero olvidan que los terrenos rurales son para lo que son», sostiene Aurrekoetxea.

con la ley

La alcaldesa, Edurne Torrealdai, dice que el Ayuntamiento «no actuará contra la Ley» y espera que si el proyecto «sale adelante, que afecte lo menos posible por que hay descontento» en el pueblo.

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