Enrique Gabriel es conocido por su cine realista y de denuncia, con títulos de fuerte impacto como «En la puta calle» o «Las huellas borradas». De vuelta a su Argentina natal, ha querido realizar una comedia romántica que llevaba largo tiempo preparando y que por fin ha podido ver plasmada. En ella ironiza sobre las relaciones entre los argentinos y los emigrantes del otro lado del charco, principalmente los exiliados republicanos que tuvieron que salir después de la Guerra del 36.

Los viejos ideales antifascistas son representados por un trío de ancianos que editan una revista a la antigua usanza, con su consultorio, su fotonovela y su horóscopo. A duras penas resisten al cambio de las modas y gustos cuando un joven empresario catalán encarnado por Roger Coma, que cree que la sección astrológica le ayuda en la resolución de sus operaciones financieras, decide infiltrarse en la redacción y saber más sobre las supuestas predicciones. Para llevar a cabo sus planes se hace pasar por actor de fotonovelas, pero se topa con la hija del dueño, joven interpretada por la novel María Dupláa.