Desarraigo interior de un alemán en Mallorca
«Yo»
Película de bajo presupuesto que ha ido adquiriendo un gran prestigio crítico a su paso por los festivales internacionales de cine más importantes, hasta recibir la consideración de revelación del año.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
El título del primer largometraje del mallorquín Rafa Cortés es un monosílabo que va escrito en letras minúsculas, lo que da a entender que estamos ante una película pequeña en su vocación, pero no así en su trascendencia. Pese a esa modestia inicial de planteamientos, «yo» ha ido creciendo festival a festival, a medida que los premios y las críticas la han convertido en foco de atención. Su ascendente trayectoria empezó en el Festival de Rotterdam, donde obtuvo el premio FIPRESCI de la crítica internacional, suficiente para ser seleccionada dentro de la Semana de la Crítica del Festival de Cannes, siendo designada como la Película Revelación del Año. De ser, por dicho reconocimiento ya se podría escribir el título con mayúsculas, aunque es mejor contemplarla en consonancia con sus miniaturistas intenciones de partida.
El debutante Rafa Cortés en sus dos anteriores cortos, «Cómo ser Federico Fernández» y «La leyenda del sevillano», ha ido desarrollando el tema de la identidad y del desdoblamiento de personalidad, que es asimismo el que le preocupaba y absorbía cuando comenzó a escribir «yo» hace siete años con el actor Alex Brendemühl. La aportación del actor catalán de ascendencia alemana ha sido esencial para el desarrollo de ese personaje en primerísima primera persona, ya que es el encargado de conducir la narración a través de los planos subjetivos de una cámara omnipresente, según una planificación que excluye las tomas generales u objetivas.
La mínima anécdota en la que se basa Rafa Cortés es un recuerdo de infancia acerca de la violenta irrupción de un extranjero en un pueblecito mallorquín, con signos externos de haberse autolesionado. Un elemento de tensión que creó en su mente infantil una imagen inexplicable, susceptible de ser desarrollada a la búsqueda de posibles derivaciones. La reacción de los escasos habitantes de Estellencs ante el comportamiento extraño del forastero no es descrita como hostil, sino simplemente como contrariada. Por esa razón traslada el problema al propio protagonista, un alemán que viene a sustituir a otro compatriota en un trabajo sobre el que no se da mucha información, y cuyo conflicto interno es el que le lleva a no conectar con el entorno. El misterio y la incertidumbre sobre dicha dualidad planean a lo largo del metraje.
Dirección: Rafa Cortés.
Guión: Rafa Cortés y Alex Brendemühl.
Intérpretes: Alex Brendemühl, Margarilda Grimalt, Rafael Ramis,
Heinz Hoenig, María Lanau, Aina de Cos, Manel Barceló, Holger Petzold,
Carme Feliú.
País: Estado español, 2007.
Duración: 100 minutos.
Género: Drama sicológico.