El reparto de la tarta del Gobierno navarro atasca las negociaciones
Los Sanfermines pasarán sin que se despeje la incógnita del Gobierno navarro. Tras 38 días hablando con el PSN y varios desplantes, Nafarroa Bai e IUN se plantan: rechazan que este partido tenga o controle nueve de las doce consejerías. Quedan días para negociar. Pero UPN acecha.
Ramón SOLA | IRUÑEA
A la segunda, tampoco. La presidenta del Parlamento navarro, Elena Torres, confirmó a media tarde de ayer que por el momento no ve opción de convocar el pleno de investidura dado que no existe ningún candidato que tenga respaldo suficiente como para ser nombrado presidente del Ejecutivo. Horas antes, la última reunión previa a esta ronda celebrada por PSN, Nafarroa Bai e IUN había concluido sin acuerdo, y con la constatación general de que lo que ahora separa a las partes no son tanto cuestiones políticas y programáticas, sino el reparto de la tarta del Gobierno.
El fracaso de la reunión sirvió para confirmar que la resolución política aprobada por el Comité Regional del PSN en la noche del miércoles era en reali- dad más un señuelo que otra cosa. El texto hizo pensar a muchos que existía ya un acuerdo inminente entre las tres formaciones, cuando no es así. En la resolución, de hecho, ni siquiera se habla de que el Gobierno deba ser conjunto.
Como ha ocurrido en las fases anteriores de la negociación, el PSN trata de imponer sobre NaBai e IUN una dinámica de hechos consumados, forzándoles a dar su apoyo a Fernando Puras sin apenas compromisos. En el caso del reparto de los cargos del Ejecutivo, el PSN barajó fórmulas como un gobierno monocolor con apoyo externo de sus dos socios o un gabinete conformado por independientes con perfil técnico, aunque nombrados por Puras. Ayer tampoco fue mucho más allá, aunque sobre su última propuesta hubo dos versiones. Ion Erro (IUN) aseguró que el PSN pretendía quedarse con nueve consejerías, dejando a NaBai con dos y a IUN con una. Puras, por contra, apuntó que sólo quieren tener dos, las mismas que NaBai, IUN otra, y el resto serían para independientes, aunque nombrados por el presidente.
Lo que sí está claro es que tanto NaBai como IUN se oponen a ello. La coalición reclama tener tantas carteras como el PSN, con quien de hecho está empatado en escaños en el Parlamento. Patxi Zabaleta ha situado sus demandas como una cuestión de «dignidad».
¿Gobierno de independientes?
Fernando Puras parece tratar de repetir aquí la jugada hecha ya con la Presidencia del Parlamento, cuando argumentó que un abertzale no podía asumir ese cargo institucional dado que la mayoría de la ciudadanía navarra no es abertzale. Ayer esgrimió, en la misma línea, que «un gobierno de progreso para la convivencia debe representar no sólo a los partidos, sino también al conjunto de la ciudadanía». De sus palabras se desprende que entiende que el PSN es mucho más representativo, pese a tener menos votos que Nafarroa Bai.
Puras incidió en la propuesta de que se conforme un gobierno de personas independientes políticamente y con perfil eminentemente técnico. Pidió a NaBai que «no mantenga una postura inflexible» y le reclamó «un esfuerzo de aproximación y entendimiento».
IUN, por contra, resaltó que es el PSN quien tiene que mover su posición y apostó por un gobierno de políticos de estos tres partidos. Ion Erro se quejó de que «no se puede dejar para el último minuto de la negociación algo tan importante como es la configuración del Gobierno». En este contexto, el líder de IUN calificó incluso a Puras como «un artista en retrasar los tiempos», una cuestión que parece tener mucho que ver con la indecisión mantenida por el PSOE en este proceso. Aunque José Luis Rodríguez Zapatero habló anteayer en el Congreso por primera vez con claridad en favor de un acuerdo para desbancar a UPN, en círculos periodísticos próximos al PSOE todavía se asegura con que en este partido y en el propio Zapatero persisten las dudas sobre qué hacer.
Por parte de Nafarroa Bai, Zabaleta afirmó que «hemos puestos el máximo esfuerzo y la máxima generosidad» y atribuyó al PSN la responsabilidad de la falta de acuerdo por el momento. «Los electores nos exigen un gobierno plural y de progreso», estimó el también coordinador general de Aralar.
Habrá que ver ahora cómo se vuelve a encauzar la negociación. Fernando Puras y Ion Erro no pusieron en duda que habrá nuevas reuniones, mientras que fue Patxi Zabaleta el que apareció más reacio al afirmar que no hay previsto nada. En cualquier caso, el número dos de la coalición, Maiorga Ramírez, reiteró que NaBai mantiene «plena disposición» y reclamó al PSN que adopte una postura «lógica». Queda tiempo, en cualquier caso, antes de que el 16 ó el 17 de julio Elena Torres emprenda la tercera y definitiva ronda de consultas con los portavoces de los grupos parlamentarios.
Errazti, reticente
En cuanto al fondo del acuerdo, la falta de cierre del pacto sigue impidiendo conocer cuál será su concreción exacta en materias como el marco político de Nafarroa, la colaboración con otras instituciones vascas o la política lingüística.
Aralar, PNV y Batzarre dan por buenos los puntos de encuentro alcanzados con el PSN, como dejó claro ayer Patxi Zabaleta al asegurar que la formación del Gobierno constituye ya «el único escollo». Pero desde EA las cosas no se ven tan claras: ayer, en un desayuno con la prensa en Gasteiz, su presidenta, Begoña Errazti, situó los tres espacios citados como cuestiones «de calado» pendientes de cierre. Y en una entrevista con Radio Euskadi, Maiorga Ramírez acusó al PSOE de querer seguir haciendo «la misma política lingüística que UPN».
La existencia de discrepancias de fondo se dejó entrever también en las palabras del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, que afirmó en Madrid que persisten «diferencias sustanciales» con Nafarroa Bai, y explicó que el PSN está dispuesto a «abrir una nueva etapa» en el Gobierno navarro, pero siempre «sin renunciar a sus principios e ideas».
«Por tanto, aquellos que han dicho que el acuerdo estaba cerrado deberían ir rectificando y saber que hay dificultades. Está verde», añadió Blanco.
A renglón seguido, el número dos del PSOE volvió a mirar en dirección a UPN, a quien instó de nuevo a «moverse» y «pedir disculpas» por todo lo «dicho y hecho» durante los meses anteriores a las elecciones. La única opción que Blanco contempla de acuerdo entre las dos formaciones, en cualquier caso, pasaría por que sea Fernando Puras quien lidere el gobierno, a lo que UPN siempre se ha negado hasta ahora recordando que ellos tienen 22 parlamentarios y el PSN sólo 12.
Para ello, Blanco argumentó que «el PSOE es el símbolo de la integración, de la convivencia y de la centralidad. Se trata de abrir una nueva etapa con sentido común, con responsabilidad, y creemos que quien mejor la puede abrir es precisamente quien puede garantizar una mayor convivencia».
Sanz revela reuniones con PSN
Miguel Sanz no tardó en salir a la palestra tras constatarse que ayer tampoco habría candidato a la Presidencia. El líder de UPN hizo saber al PSOE que «todos nuestros teléfonos siguen abiertos para negociar». Y no dudó en revelar que además de las dos reuniones públicas conocidas, han tenido otras «extraoficiales, aunque no clandestinas». En su momento, ya quedó claro que era UPN quien había filtrado la reunión en Madrid entre José Blanco y Jaime Ignacio del Burgo, con la intención de tratar de crear tensiones en la negociación PSN-NaBai-IUN.
Incidió en que su posición no es «gratuita» sino que se deriva de la convicción de que la mayoría de la ciudadanía navarra «ha optado por un gobierno constitucionalista».
Para Sanz, resulta una «falsedad» decir que la mayoría de la ciudadanía navarra ha votado «por el cambio», ya que muchos simpatizantes del PSOE no quieren acuerdos con NaBai.