Lakua se marca el objetivo de reducir a la mitad los accidentes más graves
El Gobierno de Lakua prevé elaborar un decreto que introduzca cláusulas en los pliegos de contratación de la administración para bonificar la contratación de empresas que hayan conseguido certificaciones en materia de prevención de riesgos laborales. Esta medida es parte del Plan de Seguridad y Salud Laboral 2007-2010, cuyo principal objetivo es reducir un 50% el número de accidentes más graves.
GARA | GASTEIZ
El consejero de Empleo del Gobierno de Lakua, Joseba Azkarraga, presentó ayer el Plan de Seguridad y Salud Laboral 2007-2010, cuyo principal objetivo es la reducción en un 50% del número de accidentes mortales, graves y muy graves.
El Plan, aprobado por el Consejo de Gobierno el pasado martes, cuenta con un presupuesto de 36,7 millones de euros para los cuatro años. Con su aplicación, explicó Azkarraga, se busca conseguir en 2010 un índice de incidencia de 50 accidentes por cada mil trabajadores en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, frente a los 64,66 que se registraron en 2005 y los 61,54 de 2006.
El número de accidentes mortales no se reduce en Euskal Herria en los últimos años. En la primera mitad de este año son ya 62 las personas que han muerto en su puesto de trabajo, seis de ellas en Araba; 24 en Bizkaia, 19 en Gipuzkoa; 2 en Iparralde y 11 en Nafarroa. Se trata de cifras similares a las del año pasado, en la que hasta junio habían muerto 60 personas.
Más puntación en concursos
Entre las medidas para reducir la siniestralidad que propone ahora el Gobierno de Lakua, se encuentra la elaboración de un decreto que regule la inclusión de cláusulas en los pliegos de contratación de la administración para «bonificar la contratación de empresas» que tengan certificaciones en materia de prevención de riesgos laborales. Para ello, se constituirá un grupo de trabajo y la intención de Lakua es presentar el decreto antes de que concluya el año.
Se tendrá en cuenta a través de la puntuación en los concursos de la administración a las empresas que hagan un esfuerzo y tengan un plan propio de seguridad laboral. El consejero reconoció que las cifras todavía son muy altas, aunque evitó hacer referencia a las responsabilidades y al incumplimiento de las leyes de prevención al realizar un llamamiento a la «reflexión a todas las empresas, administraciones y sindicatos para evitar la confrontación» en esta materia.
Formación y sensibilización
A través de este plan se incidirá en la formación en riesgos laborales de delegados de prevención, directivos y trabajadores autónomos y en la sensibilización sobre el valor de la seguridad y salud laboral. Estas campañas de sensibilización prestarán especial atención a las pequeñas y medianas empresas «que tienen mayores dificultades a la hora de integrar la prevención en su gestión», señaló Azkarraga.
En materia de inspección y control, el Departamento de Empleo pretende disponer de un inspector por cada 8.000 o 9.500 trabajadores a finales de 2010 (actualmente hay uno por cada 20.000).
También se incrementará la coordinación con ayuntamientos y diputaciones para un mayor control de las subcontrataciones, principalmente en el sector de la Construcción, y se mejorará la coordinación entre el Departamento de Sanidad y Osalan.
Por otro lado, el consejero reclamó una vez más al Gobierno español la transferencia de las competencias en materia de inspección, ya que «no es lógico que en un tema tan sensible las herramientas estén en manos de diferentes administraciones».
Pese a que el consejero de Empleo de Lakua indicó que las cifras de siniestralidad están descendiendo, LAB estimó «alarmante que las cifras reales se mantengan y parece no importarle a nadie». El sindicato abertzale denunció que la patronal sigue «haciendo caso omiso a sus responsabilidades preventivas, primando sus beneficios e incluso se preocupan por controlar con mayor rigor el absentismo». En lugar de preocuparse porque «vayamos cuanto antes a trabajar», emplazó a las empresas a aplicar medidas preventivas y rechazó la precariedad, la subcontratación, la temporalidad o «los altísimos ritmos de trabajo que minan nuestra salud y en demasiadas ocasiones perdemos la vida».
Respecto al plan de Lakua, indicó que sigue la línea de la estrategia del Gobierno español, y las calificó de «generalistas, continuistas y poco ambiciosos», señalando que sitúan las responsabilidades de las pérdidas de salud en ámbitos no reales» Concretamente, LAB afirmó que el plan va a reducir la exigencia a las pequeñas y medianas empresas, «las mayores incumplidoras de la ley de prevención», y que va a continuar con «un modelo de inspección que se ha mostrado ineficaz». En cuanto a las bonificaciones a empresas, cree que va a generar «un ocultamiento mayor de los accidentes de trabajo».
ELA también consideró «genérico, insuficiente y poco exigente» el plan. En su opinión, faltan recursos para poder lograr los objetivos que se marca. Cree que debe aumentarse el presupuesto de Osalan y la calidad de las inspecciones. «Ni siquiera hay una mínima mención a la precariedad y el fraude en la contratación», criticó ELA. También evidenció la ocultación de las enfermedades profesionales. «El liderazgo del Gobierno vasco en esta materia y en este plan no existe», concluyó.
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