Tras su marcha de la Real, Aitor López Rekarte seguirá jugando en Primera. Lo hará defendiendo los colores del recién ascendido Almería, con el que ha alcanzado un acuerdo para las dos próximas campañas.

Pese a que cumplirá 32 años el próximo mes de agosto, el jugador arrasatearra afronta una experiencia absolutamente novedosa, teniendo en cuenta que a lo largo de su carrera deportiva sólo ha defendido los colores de la Real, a la que llegó en la temporada 98/99 para jugar en categoría infantil. Tras ir ascendiendo escalones, en la 97/98 llegó al primer equipo txuriurdin, con el que ha disputado 324 partidos a lo largo de estas diez últimas temporadas.

En principio, el ya excapitán realista, debiera haber seguido una campaña más en Donostia, tras haber disputado los 22 partidos que estipulaba para la renovación una cláusula de su contrato. Sin embargo, viendo el escanso interés por parte del club para seguir contando con sus servicios y zanjando una de las polémicas que han sacudido a la Real esta temporada, López Rekarte alcanzó un acuerdo el pasado mes de abril, por el que esa cláusula quedaba anulada. Evidentemente, no recibió después ningún tipo de propuesta por parte blanquiazul, por lo que el pasado 30 de junio le tocaba hacer las maletas.

Su destino, y pese a los rumores que le han vinculado a diferentes equipos, incluyendo al Athletic, se conocía casi de inmediato. El Almería, en el que coincidirá con otro exjugador txuriurdin, aunque no como compañero, sino como entrenador. Un Unai Emery que, tras quedarse con la miel en los labios la pasada temporada con el Lorca, ha conseguido esta vez el ascenso a Primera con el equipo andaluz, en el que le acompaña otro buen conocedor de la Real, el director deportivo del equipo rojiblanco, Roberto Olabe.

Entre ambos están intentando construir un equipo que pueda solventar con los problemas justos el objetivo marcado por el Almería para la próxima campaña, que no es otro que la permanencia. Y para conseguirlo, sus primeros fichajes pasan por dotar al equipo de experiencia, en este caso de la mano de Felipe Melo -procedente del Racing de Santander- y del propio Aitor López Rekarte.