Media hora antes de que diera inicio la sesión de investidura del diputado general de Gipuzkoa, siete de los doce electos de ANV se dieron cita ante la sede de la Cámara. La formación ekintzale, gracias a los 72.000 sufragios cosechados el pasado 27 de mayo, es la segunda fuerza en este herrialde, pero la injusta actuación de los tribunales españoles invalidaron todos y cada uno de los votos logrados para las Juntas, evitando así a los doce apoderados correspondientes acceder a sus cargos.

Sin embargo, haciendo caso omiso a la legalidad española, ayer los electos de ANV, arropados por una veintena de simpatizantes, intentaron entrar en la sede de Miramon. Tanto la Ertzaintza como los responsables de la institución frustraron su entrada.

Por tanto, ajenos a la exigencia de la voluntad popular emitida por ANV, a última hora de la tarde y sin sorpresas, fue el candidato del PNV, Markel Olano, el elegido para presidir la Diputación. La elección se produjo en segunda instancia, ya que en la primera votación, el jeltzale no obtuvo la mayoría absoluta necesaria.

La formación liderada por Javier Madrazo fue la única que puso algo de emoción a la investidura. EB, que tenía la llave para dar al traste el acuerdo de Gobierno entre EA y PNV, no anticipó el sentido de su voto hasta el mismo momento de la elección. Exprimiendo el boom mediático creado ante su opción, sólo horas antes de la votación el portavoz de EB en Juntas Generales, Mikel Izagirre, ironizó diciendo que si tuviera que definirse en ese momento por Olano o Buen como diputado general «echaría a correr».

Pero la sangre no llegó al río, y EB, al igual que su socio electoral Aralar, optó por votar en blanco. De esta manera el candidato jeltzale, con mayoría simple y gracias al apoyo de los 16 junteros de su partido y los 7 de EA, logró alcanzar la Presidencia de la Diputación. Eso sí, quedando a tres escaños de la mayoría absoluta.

El candidato del PSE, Miguel Buen, por su parte, sólo cosechó los apoyos de sus compañeros de filas, es decir 16 sufragios. Mientras, en contra de lo que muchos esperaban el PP no dejó a un lado a su candidata, Regina Otaola, y tanto en la primera como en la segunda ronda sólo obtuvo los seis votos de su partido.

La sesión, que se alargó durante toda la jornada, se inició a las 9.00 de la mañana. Tras un minuto de silencio por las víctimas del atentado de Yemen, llegó el turno de los aspirantes a diputado general.

Buen fue el primero en tomar la palabra y no desaprovechó su momento de gloria para importunar al PNV. A su juicio, el fraude fiscal acaecido en la Hacienda de Irun es un «atentado a la solidaridad» y abogó por destinar más medios a luchar con esta «lacra». En cuanto a la situación política actual, el dirigente del PSE se mostró tajante y apostó por la «unidad entre demócratas contra ETA». En esta línea, priorizó el «fin del terrorismo» para poder abrir espacios de diálogo «sincero».

Tras la intervención de la candidata del PP, Regina Otaola, fue el jeltzale Markel Olano quién subió al estrado. Éste aseguró que estructurará y mantendrá «una línea de comunicación abierta» con los representantes de ANV, cuyas listas, a su entender, «han sido injustamente ilegalizadas».

Por otro lado, el dirigente jeltzale indicó en su discurso que la Diputación debe desarrollar una labor en favor de la «pacificación y la normalización política» de Euskal Herria, para lo que abogó por la participación activa de la sociedad vasca.