Entre ellos, cuatro debutantes. Amets Txurruka, Rubén Pérez, Jorge Azanza e Igor Antón -una de las esperanzas de la afición vasca-, todos ellos en Euskaltel-Euskadi, afrontan desde ayer su primera Grande Boucle.

En el extremo opuesto, dos corredores navarros, Txente García y José Luis Arrieta. El primero disputa su undécimo Tour consecutivo, siempre a las órdenes de Eusebio Unzue, una cifra a la que no llega el de AG2R, que se queda en «sólo» siete participaciones previas. Claro que debutó antes, en 1996, lo que le convierte en el único «superviviente» de la era Indurain.

También ha acumulado ya unos cuantos kilómetros en carreteras francesas Haimar Zubeldia, presente en los seis Tours -este es el séptimo- que ha disputado Euskaltel -Euskadi. Su ex compañero Iban Mayo no le va a la zaga, con cinco participaciones a sus espaldas, mientras Xabier Zandio, Iñigo Landaluze y Mikel Astarloza han disputado ya cuatro, cifra que este año alcanzarán Egoi Martínez e Iker Camaño.

Entre los que todavía están en proceso de veteranización, Iñaki Isasi, Juanma Garate -ésta es su tercera participación-, y Gorka Verdugo y Patxi Vila, que debutaron el año pasado.

Diferentes objetivos

Los 17 vascos -a los que habría que añadir otro buen número de directores y auxiliares- afrontan la cita con objetivos bien diferentes.

A la mayoría le tocará trabajar en favor de sus líderes pero también los habrá que busquen su propio lugar en la historia. A priori, lamentablemente, ninguno parece llamado a suceder a Floyd Landis, pero sí los hay con opciones de recoger el testigo de Iban Mayo, último vencedor vasco de etapa, hace ya cuatro años.