PREDICTOR LOTTO El norteamericano nacido en Bogotá y afincado en California y Girona intentará lanzar hacia el éxito a McEwen desde hoy
Fred Rodríguez: «Ser lanzador del mejor esprinter es ideal para ganar»
«Robbie es un corredor que se puede buscar la vida solo, no necesita mucha ayuda, pero al final siempre es mejor tener a un corredor que le haga la llegada 200 metros antes. Yo esprinto como él, nos buscamos los dos, debemos jugárnosla y somos inteligentes»
Joseba ITURRIA | ENVIADO ESPECIAL
El lanzador es el corredor clave para un esprinter y Fred Rodríguez asume desde hace tres años ese trabajo para intentar que Robbie McEwen se convierta desde hoy en el corredor en activo que más etapas ha ganado en el Tour. Lleva once (una en 1999, dos en el 2002, dos en el 2004, tres en el 2005 y tres en el 2006) y sólo le supera Zabel con doce. Además lleva tres maillots de la regularidad (2002, 04 y 06), a sólo dos de los del alemán.
Las últimas victorias las ha logrado con el apoyo de un Fred Rodríguez feliz por lanzar al mejor esprinter del Tour en los últimos años y ser casi su único apoyo en los últimos kilómetros porque Predictor-Lotto no tiene un equipo ideal para el esprint.
A la hora de explicar su labor dentro de su conjunto, Fred Rodríguez comenta a GARA que «si todo va perfecto yo también tengo la velocidad para arrancar primero y que Robbie salga de mi rueda, pero si hay un cálculo que no estaba bien y estamos muy detrás, yo arranco y le dejo entre los primeros y él debe buscarse el esprint solo. Siempre sería mucho mejor tener más apoyos como Milram, que tiene a seis lanzadores, pero depende de lo que quiera hacer el equipo y del presupuesto que se quiera gastar en lanzadores. Porque nosotros somos corredores caros y, si quieres también tener escaladores y ciclistas que vayan bien en las clásicas o en las pruebas por etapas, el dinero no te da para todo. Milram es un equipo que se concentra al 100% para Petacchi y no tienen corredores importantes para poder ganar otras carreras».
«Tenemos poca ayuda»
Sobre el trabajo de un lanzador para un esprinter que, a diferencia de Petacchi, no necesita de mucha ayuda del equipo en las llegadas, Rodríguez comenta que «todo depende del corredor. Robbie se puede buscar la vida solo, pero al final de etapa siempre es mejor tener a un corredor que le ayude. Yo hago un poco como él, nos buscamos los dos, sabemos que tenemos que buscar el billete de la lotería. Somos muy inteligentes, sabemos manejar los tiempos para llegar bien al último kilómetro. Tanto yo como lanzador y él como esprinter no tenemos mucha ayuda y debemos calcular el momento de lanzar el esprint».
En ese momento el lanzador de McEwen asume que «mi trabajo es hacer un esprint igual que Robbie, pero 200 metros antes. Si hemos calculado mal y no hemos podido llegar al esprint sin gastar energías, tengo que gastar todas las que tenga para que él llegue a un punto en el que se pueda meter a la rueda de sus principales rivales».
McEwen ha conseguido menos triunfos este año que el pasado, sólo ha logrado uno en este Giro tras exhibirse en el anterior, pero Rodríguez espera que en el Tour esté al mejor nivel: «Ha tenido un invierno en el que ha enfermado mucho y tuvo bronquitis casi al principio de la temporada y todo ha empezado más lento que otros años, pero para el Tour ha tenido el suficiente tiempo para prepararse bien». De hecho llega tras ganar en Vuelta a Suiza.
El está contento por convertirse en el hombre de confianza de McEwen: «Es agradecido, si no lo fuera no estaría aquí ahora. Es una persona correcta, un campeón, una persona que sabe ganar y que además trata a sus compañeros bien».
«Si llego a crecer en Colombia...»
Fred Rodríguez es el único ciclista nacido en Colombia que ha triunfado como esprinter, aunque tiene claro que «si hubiera crecido en Colombia a lo mejor no habría sido ciclista. Mis padres son colombianos, yo nací en Bogotá porque mis padres viajaron por algunos años a Colombia, pero me he criado toda mi vida en California, que es donde vivo, salvo en la temporada ciclista, que estoy en Girona».
Preguntado por la forma en la que en Los Ángeles se puede ser ciclista, Fred Rodríguez recuerda que «mi padre Ismael era ciclista en Colombia, corrió tres Vueltas a Colombia, y fue el que me trasmitió la pasión. Es más aficionado al ciclismo que yo».
Además, explica que «la afición al ciclismo en Estados Unidos es muy grande. Es un deporte que se sigue como el golf a nivel de profesionales, pero también en los tres años que corrí como amateur participábamos ochenta o cien corredores en una zona de Los Ángeles donde vivía. Después de los Juegos del 84 en Los Ángeles, hubo un crecimiento de este deporte que coincidió además con los mejores años de Greg Lemond».
Nacido el 3 de setiembre de 1973, recuerda que «pasé a profesionales en 1996 con un continental estadounidense, en 1999 me fui con Mapei y ya llevo ocho años en Europa corriendo. Mi especialidad es ser velocista, pero también corredor de clásicas. En este equipo mi trabajo número 1 es ayudar a Robbie McEwen en el Tour de Francia».
«Me gustan más las clásicas»
Se encuentra feliz en su actual equipo porque además de ese trabajo «me considero un corredor de clásicas y me permiten ser uno de los capitanes en estas pruebas junto con Peter Van Petegem y Leif Hoste. Por eso me vine a este equipo, para disputar estas carreras. Porque soy velocista, pero me gustan más las clásicas. Aunque no es problema ayudar a Robbie porque la mejor forma de lograr victorias para mí es lanzar al mejor esprinter del mundo. Y los dos nos llevamos bien. Al mismo tiempo este año he ganado en Georgia y soy una persona a la que también le gusta ganar. Pero yo sé que cuando me toca correr con un seguro como Robbie debo lanzarle y me siento muy bien con este trabajo».
Fue curioso porque los dos podían haberse juntado en el 2003 por la fusión de Lotto, donde corría McEwen, y Domo, donde estaba Fred Rodríguez, pero tuvieron que esperar al 2005: «Yo tuve mi mejor año en Mapei, cuando gané ocho carreras buenas pese a estar en un equipo con los mejores del mundo. Era uno de los capitanes y me fichó Domo, con el que fui segundo en Wevelgem y Milán San Remo. En ese momento hubo la fusión y, como quería seguir con una parte del Domo, me quedé sin contrato y fui a equipos más bajos de calidad como Vini Caldirola y Acqua& Sapone, pero sabía que lo más importante era llegar a un bloque como Predictor, que era en el que había estado, y volví a él».