Segunda entrega de la trilogía del pueblo, que el cineasta cubano Humberto Solás comenzó con «Miel para Oshún». El celebrado autor del clásico de finales de los años 60 «Lucía» la viene realizando en soporte digital, por lo que supone de cercanía en su planteamiento de rodaje a pie de calle. Así lo vieron hace dos años en el Festival de Huelva, en el que «Barrio Cuba» se llevó el Premio del Público, antes de que en La Habana recibiera el Especial del Jurado. En otras citas internacionales el principal reconocimiento ha ido para el reparto encabezado por Jorge Perugorría, ante lo bien que está integrado en una realidad colectiva y anónima.

Son pequeños fragmentos de la vida diaria en la periferia de la capital cubana, allá donde los turistas nunca se adentran. Forman parte de distintas familias, cada una de ellas con sus problemas de relaciones entre marido y mujer, entre padres e hijos, sin olvidar las que se rompen por culpa del éxodo fuera de la isla. Solás quiere rendir, a través de todos ellos, un homenaje a la resistencia cubana y su ejemplo de honestidad en circunstancias difíciles.