LA FRANÇAISE DES JEUX Lovkvist peleará por el maillot blanco, Ladagnous ya rozó su triunfo de etapa y Di Gregorio deberá esperar otro año
Madiot apuesta por la juventud en busca de generar ilusión
Seis de los nueve integrantes del equipo del Tour tienen menos de 25 años y su líder Sandy Casar, con sólo 28, es el encargado de aportarles su experiencia
Joseba ITURRIA | ENVIADO ESPECIAL
La Française des Jeux ha apostado por la juventud y presenta en el Tour, tras las bajas de hombres como Da Cruz, Joly y McGee, el equipo con una media de edad más baja con diferencia, 24,6 años, con seis ciclistas menores de 25 años.
Al hablar de su apuesta, el mánager Marc Madiot señala que «antes que los resultados, lo que deseo es que mis corredores trasmitan entusiasmo y ganas. Somos el equipo más joven y para mí es una felicidad guiar los primeros pasos de mis jóvenes en la mejor carrera del mundo. Ellos saben que estas tres semanas van a permitirles engrandecerse como ciclistas».
Di Gregorio -que no pudo salir ayer por la fractura en su codo derecho sufrida el día anterior- y Delage debutaban en el Tour con 21 años como Ladagnous, con 22. Más experiencia tienen Lovkvist, con 23, y el belga Gilbert, un buen corredor para las clásicas que fue protagonista ayer, y el campeón galo contrarreloj Vaugrenard, que tienen 25. Y con 26 destaca en los esprints Sebastian Chevanel.
Di Gregorio pasó en un día de las nubes en las que le sitúa la prensa francesa a la dura realidad del suelo, pero el escalador dijo tras conocerse el alcance de su lesión que «es duro. Todo se viene abajo en un segundo, pero hay que relativizarlo y pensar ya en el futuro. He empezado a conocer el Tour y el año que viene vendré más fuerte».
Entonces deberá confirmarse como la gran esperanza francesa para el futuro y, aunque en su propio equipo no parece agradar la gran atención que se le dedica, sostiene que estas expectativas «no suponen una presión negativa. Hay que meter presión para progresar. El público quiere una estrella, un gran líder en el Tour. Desde Jalabert y Virenque no ha habido un gran campeón. Que la gente espere tanto de mí me da confianza. Mi objetivo es disputar las grandes vueltas en los próximos años y se verá si soy capaz. Marc Madiot nos ha dado la oportunidad de debutar joven y ahora veremos si respondemos y tomamos buenas decisiones».
Además de ser un buen escalador que ha pasado la montaña con los mejores en las dos últimas ediciones de la Dauphiné -en la última ganó la montaña-, Di Gregorio fue campeón francés junior contrarreloj, especialidad en la que fue tercero en la cronoescalada de la Volta a Arcalis. Fue campeón francés cadete, mejor junior y Madiot sólo le dejó estar un año en aficionados antes de dar el salto.
«Puedo estar con los mejores»
Natural de Marsella, su padre es italiano y su abuela materna andaluza, ve que «ahora veo que puedo estar con los mejores. El año pasado me quedé sorprendido al poder subir con los mejores, pero ahora ya no y espero progresar en el futuro».
A Sandy Casar, con sólo 28 años, le toca ser el veterano e intenta que los jóvenes no despeguen los pies del suelo, sobre todo Di Gregorio. Casar explica en la charla que mantuvo con GARA junto con los tres de las promesas del equipo -Lovkvist, Di Gregorio y Ladagnous- que «correr en profesionales es distinto que en aficionados y es muy importante coger experiencia y aprender. No se tiene la ciencia exacta para decirles lo que deben hacer, pero los veteranos estamos para darles consejos y ponerles ejemplos a seguir».
Al margen de aportar experiencia, Casar disputará la general tras el sexto puesto del Giro del pasado año. «El Tour es el objetivo principal y si conseguimos algún éxito será bueno para el esponsor y para todos al ser la carrera más importante. Tenemos muchos jóvenes que cuando maduren darán más, pero ahora hay que lograr resultados. El año pasado fue bueno, menos el Tour, porque llegamos cansados a la carrera y así éste no he corrido el Giro para preparar mejor el Tour. Voy a intentar acabar entre los diez primeros y ganar una etapa».
En el Tour hizo dos segundos puestos en el 2005 y en el 2004 acabó decimosexto en la general y Casar entiende que luchar por etapas puede darle una plaza de honor en la general. «Quiero hacer un buen Tour y pasar de estar entre los veinte primeros a colarme entre los diez, pero todo pasa por estar adelante y ganar una etapa, que es el primer paso para coger confianza. Si se disputan las etapas, la general vendrá. Se vio el año pasado con Pereiro o con Dessel o hace dos con Voeckler. Debo hacer eso para lograr un puesto bueno porque paso la montaña bien, pero no con los mejores. No hay un equipo que controle la carrera como el US Postal. Astana es muy fuerte, pero no a ese nivel y eso puede permitir buscar las etapas».
El otro corredor que disputará la general es Thomas Lovkvist: «Quiero mejorar en la general, pero aún es demasiado pronto para hacer el mejor Tour de mi carrera. Pienso luchar por el maillot blanco si en los Alpes me veo bien. Esta es la carrera más dura y la más grande, se va más rápido, hay más calor... Por eso hay que aprender», dice.
«Progreso poco a poco»
El sueco no se plantea por ahora hacer historia en un país que no ha dado ningún ciclista que haya vestido de amarillo en el Tour, aunque Toni Prim sí fue dos veces segundo en el Giro: «Soy un corredor para las carreras por etapas porque voy bien contra el reloj y en montaña, pero llevo cuatro años en profesionales y progreso poco a poco y prefiero marcarme pequeños objetivos antes de plantearme los grandes».
Ganó una etapa y fue segundo en el Tour del Porvenir en su debut en profesionales con 20 años, pero «para mí fue más importante ganar el Circuito de La Sharte», destaca un ciclista que tiene muy buenos puestos para su juventud y ya ha sido campeón sueco en ruta y contrarreloj.
Mathieu Ladagnous, por su parte, ya fue protagonista el lunes y destaca que «mi objetivo es ayudar a Sandy y acabar el Tour, pero ¿por qué no intentar buscar una etapa? El martes estuve cerca y las sensaciones que tuve fueron muy buenas después de estar 200 kilómetros en cabeza. Me faltó poco, pero por lo menos me queda el premio a la combatividad de ese día».
Ladagnous habla castellano y le gusta Euskal Herria. De hecho puede hacer escapadas desde la zona del Bearn donde vive cerca del Soulor y el Aubisque. Le gusta la montaña, pero su cuerpo es de pistard. De hecho fue campeón mundial junior de americana y campeón de Europa amateur. Se ha adaptado muy bien a la ruta y en su debut como profesional del pasado año ganó una etapa en el Tour del Mediterráneo y esta campaña ha ganado una etapa y la general de los Cuatro Días de Dunkerque.
«Amo la montaña, pero no paso bien los grandes puertos. Intento adaptarme a todos los terrenos y el equipo me ayuda a progresar. En profesionales es difícil ganar y el equipo me ayudó a hacerlo en Dunkerque. Soy rodador y voy rápido en los esprints, pero no me atrevo con los masivos, prefiero los grupos pequeños», explica Ladagnous.