Si existiera un ranking de imposiciones, Zornotza estaría en los primeros puestos. Los atentados contra la democracia y la voluntad popular se suceden uno tras otro.

Los politiquillos del partido que proclama que respetará la decisión de los/as vascos y vascas están haciendo de Zornotza su Marbella particular, todo se compra y se vende, hasta la dignidad por unos millones de euros y un puestito en Diputación o en alguna empresa de los amiguetes.

Pondré un par de ejemplos; el primero, el mayor ataque perpetrado contra la democracia participativa. Para el que no quiere recordar: El 14 de abril de 2002, el 43 % del censo del pueblo, es decir, 5.445 vecinos y vecinas, fueron a votar, a decidir si querían o no una central térmica en Boroa. De esos 5.445 votos, 5.352 fueron no a la central.

Este referéndum no lo organizó ningún gobierno, ni ningún partido. Lo organizó una plataforma ciudadana llamada Zornotza Bizirik. En contra estuvieron Gobierno Vasco, Diputación de Bizkaia, Ayuntamiento de Zornotza, es decir, todos los «demócratas». Aun así se consiguió más participación que en posteriores referéndum, como el de la Constitución Europea. Además se hicieron multitud de actos. Pero la maquinaria de la imposición se llevó por delante todo este trabajo y las ilusiones de mucha gente que creía que quedaba algo de democracia en este país.

El otro ejemplo es la construcción de un parking subterráneo de 420 plazas debajo del Parque Zelaieta, en pleno corazón del pueblo. A las cabezas pensantes del PNV no se les ocurre otra cosa para solucionar el problema del tráfico y la contaminación que construir un aparcamiento subterráneo en el centro. Centro neurálgico, con árboles centenarios, que está desapareciendo bajo las excavadoras y un nuevo pelotazo de los de siempre.

El problema del tráfico no se soluciona así, ya que este aparcamiento introducirá más vehículos a esa zona. Habría que empezar por medidas para evitar el uso del vehículo privado, como ofrecer un buen transporte público asequible y vertebrador del territorio, potenciar el uso de la bicicleta con una red de bidegorris que comuniquen centros de trabajo, estudio, ocio, etc...

Ante esta nueva tropelía, que nos recuerda a lo ocurrido en la Plaza del Castillo en Iruñea, la preocupación se extendió por el pueblo y en corto espacio de tiempo se recogieron 4.000 firmas solicitando al Ayuntamiento la realización de un referéndum, que fue rechazado, cuando estaban obligados a realizarlo.

Por si no fuera poco con estas dos graves imposiciones, se acerca el monstruo del tren de alta velocidad, cuyos tramos en Zornotza y Zornotza-Lemoa ya han sido licitados, y amenaza con poner la puntilla final a este pueblo. En su propio Estudio de Impacto Ambiental se señala el entorno de Zornotza como gravemente afectado debido, entre otras cosas, al fortísimo impacto visual que causaría.

Por resumir, sólo en el término municipal de Zornotza se construirían 6 viaductos, 3 túneles, 2 falsos túneles, una plataforma logística de mercancías, se llevarían a cabo nuevas canteras, 4 grandes escombreras, un impacto acústico brutal, etc.

Esperamos que el proyecto del TAV no continúe siendo una imposición más, con la manipulación y la desinformación existente sobre el tema. Si es así, nos tendrán una vez más enfrente, recibiendo los golpes como siempre, pero orgullosos y orgullosas de defender nuestra tierra y nuestro pueblo.