Lekeitio es una de las localidades vascas en las que la izquierda abertzale tiene una gran fuerza electoral, por lo que la aplicación de la Ley de Partidos tiene una trascendencia especial, porque una una parte muy importante de su población se ve privada de representación en el Ayuntamiento. Esa situación de falta de democracia hace que las naturales contiendas políticas entre adversarios se agudicen y se enconen. No es el único pueblo de Euskal Herria en el que se dan estas circunstancias, pero sí es uno de los que el enfrentamiento está subiendo más grados. EAJ-PNV está repartiendo casa por casa un panfleto en el que denuncia una serie de supuestas actuaciones de las que acusa a la izquierda abertzale en general, y a los «1.511» votantes de esta formación en particular. Cada grupo es responsable de hacer las críticas que considere oportunas y de divulgarlas de la manera que le parezca más eficaz, aunque no parece que insultar a la población en general, como hizo el PP en Lizartza, o a los votantes de una formación política, que además son mayoría en Lekeitio, sea la mejor forma de hacerse entender. Pero en este caso, EAJ-PNV juega con la ventaja de saber que a pesar del tono claramente amenazador de este escrito, los sectores autodenominados «demócratas» no van a criticarle ni denunciarle por ello, ni se va a poner en marcha maquinaria policial ni judicial alguna en su contra.