CRíTICA danza-Feria de Teatro
Cuerpo mujer
Carlos GIL
En esta gran obra Carolyn Carlson, las siete mujeres, los siete cuerpos, van mostrando la influencia de Venus o de Marte, desde el amor a la guerra; desde lo ordinario a lo extraordinario; lo habitual a los excepcional.
Un recorrido entre vital y sentimental en el que se encuentra con los estereotipos que se les solicita a las mujeres socialmente, con sus cuerpos camuflados en vestuarios extravagantes, con zapatería incómoda, con unos juegos de máscaras que además de provocar inquietud, significan los roles escondidos, pero que acaban colocándose en lugares inverosímiles cuando aparece el cuerpo mujer, desnudo, sin aditamentos, libre, plena de energía, sin necesidad de justificar ni solicitar ante nada ni nadie su existencia.
Bellas composiciones plásticas, continuidad rítmica, cambios constantes de vestuario, de emplazamientos, un juego luminotécnico que nos guía por un laberinto sensitivo, un espacio sonoro que identifica, unas ejecuciones de las intérpretes sobresalientes, estéticas, medidas en su expresividad o desatadas cuando conviene.
Una buenísima dirección, un concepto de espectáculo total, que rozando el perfeccionismo se distancia y se aproxima a golpes de imágenes y de las pulsaciones internas del propio discurso. Un bello espectáculo de danza contemporánea con una buena dramaturgia que ayuda a mostrar una idea del universo femenino expresado en movimientos, con claridad y calidad.