División en la UE ante las últimas propuestas de la OMC sobre Doha
Los ministros de Comercio de la Unión Europea (UE) se mostraron ayer divididos sobre las últimas propuestas presentadas en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para avanzar en las negociaciones sobre la apertura de los mercados agrícola e industrial y desbloquear la actual situación. El Estado francés fue el más crítico y rechazó cualquier «cesión» en agricultura. El ministro francés de Comercio, Hervé Novelli, ve «muy lejos» el acuerdo.
GARA |
Los Veintisiete debatieron sobre los dos últimos textos -uno sobre agricultura y otro sobre bienes industriales- que hay sobre la mesa para tratar de avanzar en las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC, que comenzaron en 2001 y cuyo objetivo es la liberalización de comercio mundial.
En el Consejo de ministros de la UE «se repitieron las posturas habituales» frente a Doha, es decir un grupo de países como el Estado francés, contrarios a incrementar las cesiones en agricultura, y otro grupo más liberal, con Gran Bretaña, que admitió que harán falta esfuerzos para concluir la negociación, según fuentes comunitarias.
Ayer, Estado francés, Irlanda -fuentes comunitarias indicaron que su posición fue «incluso más radical que los franceses»- y Polonia rechazaron las propuestas porque piden más esfuerzo a la UE en agricultura, mientras que el proyecto remitido a los socios de la OMC sobre apertura de mercados industriales (NAMA, siglas en inglés) «ofrece poco» para Europa.
En frente, el grupo de países capitaneados por India y Brasil, señalan que la UE pretende que abran sus mercados a los productos industriales europeos, que por contra rechazan abrir sus mercados agrícolas a los países empobrecidos.
Según fuentes comunitarias, en el debate de ayer intervinieron pocos países, que en cierta forma «ejercen de portavoz de un espectro más amplio de Estados miembros».
En los grupos de expertos de Comercio de los Veintisiete, dentro del llamado Comité 133, los estados francés y español, Italia, Grecia, Hungría, Polonia e Irlanda expresaron su oposición a los textos, sobre todo porque temen la falta de protección frente a la apertura de importaciones agrícolas.
El secretario de Estado francés de Comercio Exterior, Hervé Novelli, destacó que las propuestas «están muy lejos» de lo aceptable para un acuerdo, especialmente porque se protege «poco» a productos agrícolas como la carne o la leche frente a la apertura de mercados y bajada de aranceles.
Por el contrario, Suecia y Gran Bretaña, en representación de los más liberales, señalaron que la propuesta remitida a los socios de la OMC es una buena base y admitieron que la UE tendrá que hacer esfuerzos para un acuerdo global sobre Doha.
Las propuestas debatidas ayer fueron difundidas por el presidente del comité de la OMC para la negociación agrícola, el neozelandés Crawford Falconer, y su homólogo en productos industriales, el canadiense Don Stephenson.
Falconer propone que EEUU y la UE recorten la cuantía máxima con la que cada año pueden ayudar a sus respectivos sectores agrícolas entre un 66 y un 73% en el primer caso y entre un 75 y 85% en el segundo.
La UE estima que en los documentos remitidos por los presidentes de las negociaciones agrícolas y sobre NAMA faltan partes importantes de la negociación como el sector de servicios y la protección de las Indicaciones Geográficas o Denominaciones de Origen.
El ministro Hervé Novelli aseguró que los proyectos que están sobre la mesa son «muy preocupantes» y apuntó que «queda mucho trabajo que hacer para que exista la posibilidad de un acuerdo».
La representante del Comercio Exterior de EEUU, Susan Schwab, aseguró que las negociaciones de la Ronda de Doha no fracasarán. «No vamos a ver que se colapsen. Puede que invernen por un par de años en los que presenciaremos un aumento de los acuerdos bilaterales y regionales», declaró Schwab en una entrevista al diario singapurense «Straits Times».
El comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, consideró ayer que la UE se encontraba en una «posición fuerte» después de las críticas recibidas por no hacer concesiones sobre agricultura. La UE continía sin hacer consesiones, al menos no significativas. Mendelson juzgó ayer que la UE debía seguir presionando a los países en desarrollo para que reduzcan sus derechos aduaneros a los productos industriales europeos, reconociendo al mismo tiempo que no lo harían si EEUU no reducía sus subvenciones agrícolas.
Entretanto, el primer ministro británico, Gordon Brown, dijo en una rueda de prensa que iba «a trabajar muy duro para garantizar que un acuerdo tenga lugar». En su opinión, si «Estados Unidos cesa las subvenciones, la UE baja los impuestos y Brasil cambia su política proteccionista en el sector industrial, sería posible obtener un acuerdo en las próximas semanas o próximos meses».