El australiano Casey Stoner, a los mandos de su Ducati, dominó de principio a fin el Gran Premio de Estados Unidos de MotoGP, que se disputó en el circuito de Laguna Seca y que estuvo marcado por los problemas de neumáticos en algunos de los pilotos punteros.

Si bien el más rápido en la salida fue Dani Pedrosa, tardó muy poco en superarlo su rival y líder de la clasificación provisional del mundial, que a partir de ese momento imprimió un ritmo inalcanzable para sus rivales. El dominio de Casey Stoner fue total y absoluto, y sumó de forma merecida su sexta victoria en la presente temporada, aventajando, de ese modo, en 44 puntos al siete veces campeón del mundo Valentino Rossi.

Con calor, Bridgestone

Los tres primeros clasificados de la carrera de Laguna Seca fueron pilotos de Bridgestone, neumáticos que en las condiciones actuales, con fuerte calor, se están mostrando mucho más efectivas que las francesas Michelin, cuyos pilotos sufrieron más de lo previsto para poder conseguir un buen resultado.