Al PNV hay que reconocerle originalidad, versatilidad y determinación. Es original cuando repudia la Ley de Partidos por antidemocrática y, al tiempo, la cumple, la hace cumplir a la fuerza y, además, obtiene provecho de la misma.

Es versátil: Es capaz de distribuir pegatinas con el Good bye Spain en el Alderdi Eguna y dedicar el resto del año a la difícil tarea de cautivar a España. Y hay que reconocerle determinación y tenacidad. Son capaces de ofrecer mil y un esfuerzos y hacer piruetas y cabriolas para alcanzar el objetivo estratégico del Partido.

En Ondarroa han demostrado originalidad pasando por encima de la voluntad de la mayoría de vecinos. Y tras reiterar lo «injusto» de la situación, han conformado una gestora con destacados miembros de su partido. Todos asalariados de la cosa pública o partidaria. Y todo con el argumento del servicio a la comunidad. Josune Ariztondo, la más original de todos, ha proclamado que están dispuestos a «afrontar todo lo que haya que afrontar con el espíritu de construir». Y no se crean que se refería al «pase foral» (se obedece pero no se cumple) sino a su versión jelkide: Se obedece y se cumple con entusiasmo lo que se reconoce como injusto. ¿Recuerdan cuando apalearon a los familiares de Lasa y Zabala en el camposanto de Tolosa por orden del juez Bueren? Pues eso.

Han acreditado versatilidad. Ibarretxe se desgañita hablando de un tiempo de libre determinación, mientras Imaz se empeña en convencer a sus bases de que lo bueno es ser lo que nos digan que debemos ser... lo que decidan en Madrid. No me negarán que hay que ser versátil para sostener los dos discursos a un tiempo sin que el partido salte en mil pedazos.

Y queda lo de la determinación, la tenacidad. Podría, incluso, hablarse de terquedad. Los objetivos estratégicos del Partido están claros. Ahí no hay contradicción. De lo que se trata es de mantener el control de la gestión pública, el control de las instituciones, el Gobierno, el Parlamento, las diputaciones, los ayuntamientos, las cajas de ahorro, las mancomunidades, los consejos de administración de las empresas públicas, la construcción... En esas estamos.