Cuando se nos convocó a los sindicatos con representación en los sectores del Comercio para iniciar una negociación de los convenios colectivos que afectan a los trabajadores que trabajan en los mismos, las patronales que controlan estos sectores, ADEGI y la Federación Mercantil, nos plantearon que esta negociación tenía una fecha fija de finalización y que a partir de esa fecha nos harían responsables de que las trabajadoras y los trabajadores se quedaran sin convenios. Esa fecha era el 20 de julio.

Con esa espada sobre nuestras cabezas nos sentamos alrededor de una mesa. Digo una mesa porque es donde físicamente nos pusimos, pero bien podríamos llamar al espacio un teatro o un circo. Si vas a una negociación, lo lógico es que una de las partes te haga una oferta y tú como contraparte le hagas otra hasta llegar a un acuerdo, eso es lo que entiendo por negociar.

Bien, aquí todo esto las patronales y ELA se lo saltan directamente o bien toman el atajo de llevar las cosas previamente atadas como lo hicieron en la Construcción de Gipuzkoa con una huelga trampa. Claro, ellos son la mayoría. La mayoría responsable de que estos trabajadores lleven sin convenios tanto tiempo.

ELA y las patronales se olvidan de toda la historia que rodea la negociación de los convenios de Comercio en Gipuzkoa, cuando en la mesa (entonces sí era una mesa) había ofertas mejores que las que ahora han chanchulleado, y ELA decía que para esto mejor nada.

En aquel entonces ELA y LAB no firmaban nada. Los primeros, porque les da lo mismo lo que les pase a los trabajadores y sólo buscan el rendimiento económico y de engorde de sus arcas mediante la afiliación-promesa de un futuro mejor para la clase trabajadora. Y los segundos, porque miedo les da firmar con sindicatos que buscan la transversalidad y la no exclusión en la sociedad y que firman cosas buenas aquí y en Madrid.

Nosotros no hemos firmado esta farsa de negociación, por varios motivos: en primer lugar porque entendemos que los trabajadores de estos Sectores son tan dignos como el resto y se merecen un respeto por quienes los contratan, pero sobre todo por quienes les representan; en segundo lugar, porque es mentira que las subidas sean de un 26%, ya que durante todo este tiempo esta subida ha sido hurtada por la patronal, ELA y LAB (cada uno por sus motivos) y ahora lo único que se da es un pago del 3,2% en dos años y la actualización raquítica de las tablas salariales; en tercer lugar porque esa reducción de jornada es mentira, la reducción pasa por reducir cuatro horas al año, 3 minutos diarios. Así nunca las trabajadoras y los trabajadores del comercio, en los que se les dice que son negocios y hay que atender al público, van a poder disfrutar de un día entero de fiesta con sus familias; y por último, porque con las subidas negociadas ríete tú de los mileuristas, de los precios de los pisos y de las hipotecas a 75 años.

¿Dónde esta acabar con la precariedad con los contratos? ¿Dónde queda luchar contra la patronal por unos salarios dignos? ¿Dónde queda que los convenios no caen del cielo y hay que lucharlos, compañeras?

Además, hay que recordar que queda al margen la gente del Comercio del Mueble, aquí las condiciones son mejores para los trabajadores y las trabajadoras. Gracias a un convenio negociado por Comisiones Obreras. Y claro, éstos ya están bien, y que les den. ¡Que se prepare la patronal de este sector, aquí sí nos vamos a movilizar!

Bonita negociación habéis hecho, ¿orgullo de clase es esto? O vergüenza sindical.