Teherán quiere aumentar el nivel de colaboración con Washington en Irak
El Gobierno iraní se mostró dispuesto a incrementar el nivel de cooperación con Washington para garantizar la seguridad en Irak, según confirmó el ministro de Exteriores de Irán, Manouchehr Mottaki. Teherán y Washington acaban de mantener dos reuniones en Bagdad, que son el primer encuentro entre ambos estados desde que rompieron las relaciones diplomáticas en 1980, tras la toma de rehenes estadounidenses en Teherán.
GARA |
Irán se ha manifestado dispuesta a entablar un diálogo con EEUU sobre Irak a nivel de viceministros de Asuntos Exteriores al día siguiente de que los embajadores de los dos países en Bagdad mantuvieran un encuentro, que confirmó el reinicio de relaciones entre Teherán y Washington, suspendidas desde hace 27 años.
«La cuestión de las conversaciones al nivel de viceministros de Exteriores de los dos países sobre Irak es algo que puede ser examinado», declaró el ministro iraní de Exteriores, Manouchehr Mottaki a la salida del Consejo de Ministros en Teherán.
«Si EEUU nos lo pide, estamos dispuestos a estudiar esta cuestión», añadió, según informó la agencia iraní Irna.
El encuentro entre los embajadores Hassan Kazemi Qomi (Irán) y Ryan Crocker (EEUU) era el segundo a este nivel que tiene lugar desde la ruptura de relaciones diplomáticas entre los dos estados, que se registró en 1980, provocada por la toma de rehenes en la Embajada de Wa-shington en Teherán.
«Las discusiones trataron sobre los medios para instaurar la seguridad y hacer frente al terrorismo y a los grupos terroristas activos en Irak », señaló Mottaki.
Por su parte, el presidente del Parlamento iraní, Gholam-Alí Hadad-Adel valoró positivamente las conversaciones, pese a añadir que la presencia de tropas de EEUU es «una de las causas de la violencia que padecen en Irak ».
El Ejército de EEUU acusa regularmente a «grupos vinculados a Irán» de entrenar a «movimientos extremistas iraquíes» y de aprovisionarles de armas de tipo EFP, capaces de perforar los blindados. Teherán ha desmentido siempre estas acusaciones.
El único resultado tangible del encuentro del martes fue, según responsables iraquíes, plantear la creación de un comité tripartito (EEUU-Irán-Irak ) para tratar cuestiones de seguridad.
«Hemos llegado, por primera vez, a un acuerdo para trabajar conjuntamente en el seno de un comité de seguridad», afirmó el jefe de la diplomacia iraquí Hoshyar Zebari.
Este comité tratará de limitar la actividad de las milicias, de luchar contra la red Al Qaeda y de incrementar la seguridad en las fronteras, precisó el primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, que no hizo referencia a la actividad de las milicias chiíes, aquellas a las que Washington acusa de estar sostenidas por Irán.
Pero las conversaciones también tuvieron «momentos agitados», según reconoció Ryan Crocker, evocando el momento en el que el representante de Washington acusó a Irán de «propagar el terrorismo en Oriente Medio y de alimentar el sectarismo en Irak ».
Crocker acusó a Teherán de apoyar a las milicias chiíes que combaten contra EEUU. «Hemos constatado que la actividad de las milicias apoyadas por Irán se ha incrementado desde la reunión del 28 de mayo», añadió.
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Al menos ocho personas murieron y otras diez resultaron heridas en una operación conjunta de las fuerzas estadounidenses e iraquíes en el barrio chií de Sadr City, en Bagdad, según informó la agencia Aswat al-Iraq.
La agencia, que cita fuentes policiales, dijo que en este dispositivo, iniciado durante la noche del martes, se utilizaron aviones de combate contra «posiciones de los rebeldes» en esta populosa barriada de dos millones de habitantes.
«Durante el asalto, las tropas de EEUU y de Irak recibieron fuego enemigo», dijo la fuente a Aswat al-Iraq, aunque no especificó si había bajas militares.
En Sadr City se agrupan los seguidores del líder chií Muqtada al-Sadr y del Ejército de el-Mahdi.
Asimismo, dos atentados suicidas provocaron al menos 50 muertos entre aficionados que celebraban en Bagdad el triunfo de la selección iraquí en la semifinal de la Copa de Asia.
El primer atentado, en el que murieron 30 personas, fue causado por un coche bomba conducido por un kamikaze, que explotó en una esquina del barrio de al-Mansur, en el oeste de la capital.
Poco después, el estallido de un segundo coche bomba conducido por otro kamikaze mató a 20 personas y causó heridas a otras 60 en un puesto de control del Ejército iraquí en el barrio de al-Gadir.
Estos atentados han empañado la celebración de miles de iraquíes que se lanzaron a las calles de Bagdad y de otras ciudades del país para mostrar su alegría por la victoria de Irak frente a Corea del Sur en la semifinal de la Copa de Asia de fútbol.
