El BBVA informó ayer de que obtuvo un beneficio neto de 3.374 millones de euros entre enero y junio, el 1,1% más que el logrado en el primer semestre de 2006, periodo en el que se anotó plusvalías obtenidas por la venta de participaciones que tenía en Repsol, BNL y Banc Internacional d'Andorra.

Sin embargo, sin contabilizar operaciones singulares ni plusvalías, el beneficio atribuido llega a 2.624 millones, un 20,4% más gracias a un último trimestre «récord» en sus principales márgenes y en beneficio. Estos beneficios son superiores a lo pronosticado por los analistas.

Sin embargo, entre el brillo de tantos millones de euros no pasó desapercibido el otro rostro de la multinacional, el más miserable. Según denunció ayer UGT en Bilbo, la entidad despidió a uno de sus trabajadores el mismo día que se incorporaba a la entidad tras ganar al poderoso banco un pleito de integración en su plantilla.

En cuanto al desembarco del constructor gallego y su intención de llegar al 5% del capital del banco, le dio la «bienvenida» e insistió en que es una inversión financiera y una apuesta por el BBVA y su equipo directivo, sin entrar en la gestión, lo que, en su opinión, supone que no pedirá un puesto en el consejo de administración. Jove se convierte en el primer accionista de la entidad.

A juicio del consejero delegado del BBVA, la adquisición del paquete de acciones del banco que preside Francisco González, por un valor de mercado aproximado de 3.285 millones de euros, «ha sido una transacción totalmente transparente» y «no se ha llegado a ningún tipo de pactos».

A preguntas de los periodistas, Goirigolzarri no quiso comentar las razones por las que otros empresarios del «ladrillo» como Luis Portillo (Colonial) y Enrique Bañuelos (Astroc) no llegaron a entrar en el accionariado del banco, puesto que sólo conoce las dadas por Manuel Jove y «nos llena de orgullo», porque «coincide con nosotros» respecto a las perspectivas de futuro del banco.

Ante la posibilidad de que esta operación suponga que el banco estaría más protegido ante posible compras hostiles, Goirigolzarri esgrimió que su capacidad para generar valor y sus buenos resultados son la mejor arma para defenderse, a la vez que consideró, ante las fusiones que se llevan a cabo en el mercado europeo, que "no creemos en la fusión entre iguales porque el mercado no la admitiría en este momento». Además, señaló que se adelantará la compra, por más de 7.425 millones de euros, del banco estadounidense Compass Bancshares al próximo mes de septiembre.

En cuanto a las cuentas presentadas ayer, se congratuló de que el volumen de negocio del banco que crezca a un ritmo del 22,5%, con más eficiencia y siendo capaz de que la desaceleración en el crédito hipotecario se traduzca en incrementos en los préstamos al consumo y a pymes. También valoró que la diferencia entre ingresos y gastos haya aumentado, especialmente en el Estado español y Portugal, que la tasa de mora se haya mantenido prácticamente sin variación en los últimos 12 meses y que se mantengan «adecuados» niveles de capital.

Goirigolzarri destacó que el banco ha mejorado su beneficio atribuido más de un 20% en el primer semestre del año durante los últimos cuatro ejercicios y subrayó que el plan estratégico en el que está inmerso la entidad le permitirá llegar a los 8,5 millones de clientes -un 20% más- y mejorar su eficiencia hasta el 35% en 2010.