CRíTICA | TEATRO
Pasión musicada
Carlos GIL
En esta ocasión se trata de una pasión, una celebración litúrgica que debió celebrarse en la iglesia de San Justo de Segovia, de la que solamente queda una curiosa escultura románica realizada en madera policromada y con unos brazos articulados.
Desde esta imaginería religiosa y a partir de textos del siglo XV de varios autores, se realiza una versión libre sobre una estructura musical que mezcla la música litúrgica con la profana, con cancioneros de varios autores o fragmentos de misas, los actores, recitan, cantan, manipulan el títere que recuerda al original Cristo, todo ello en una puesta en escena muy cuidada, con un ritmo interno preciso, que logra una extraña magia utilizando elementos simples, pero muy bien ubicados, con una iluminación tenue que se complementa con unas velas estratégicamente distribuidas para ir configurando diversos espacios escénicos donde transcurren las acciones y situaciones que no son otras que las de la pasión de este Cristo de los Gascones, acaba convirtiéndose en una muestra de lo que pudo ser un teatro antiguo, pero que hoy en día se enmarca dentro de la recuperación de unas supuestas señas de identidad desde donde fundamentar una revisión de los ancestros del teatro de inspiración cristiana, es decir de una corriente importante del teatro occidental.
Lo innegable es que se trata de unos trabajos muy delicados, mimados, de gran estilo, de buena textura y de gran calidad.
Obra: «Misterio del Cristo de los Gascones».
Dramaturgia: Ana Zamora.
Intérpretes: Elvira Cuadrupani,
Nati Vera, Alejandro Sigüenza,
David Daraco, Alccia Lázaro, Elvira
Pancorbo, Isabel Zamora, Sofía
Alegre.
Escenografía: Richard Cenier.
Vestuario: Deborah Macías.
Coreografía: Lieven Baert.
Dirección: Ana Zamora.
Producción: Nao d´amores.
Lugar y fecha: Centro de Artes Escénicas de San Pedro -23.07.07- Festival Olmedo Clásico; Claustro de San Pedro -25.07.07- Festival Teatro Clásico de Olite-Erriberri.