El corredor Michael Rasmussen, más amarillo tras su brillante actuación en la subida al Aubisque, no se dejó llevar por la euforia y envió un mensaje de prudencia, asegurando que «hasta los Campos Elíseos no se termina la carrera».

A pesar de que el corredor nórdico diera un paso casi definitivo para subir a lo más alto del podio en París, se mostró cauto ante la contrarreloj del sábado y subrayó que «aún faltan muchos kilómetros para París». Al parecer, todavía no ha acabado de superar el duro golpe que recibió hace dos años. «Todo el mundo se acuerda de lo que me pasó en 2005 en la contrarreloj de Saint-Etienne», aseguró el escandinavo en referencia a una etapa en la que se cayó dos veces y tuvo tres averías, lo que le impidió acabar el Tour de ese año en el podium. Sin embargo, la última diferencia contra el crono entre los dos aspirantes, hace pensar que la renta será suficiente, ya que en Albi, el danés sólo cedió 37 segundos respecto a su máximo rival, el madrileño Contador.

Por otra parte, el escalador danés lamentó el comportamiento de varios aficionados durante el recorrido en la disputa de la etapa de ayer. «Me han abucheado. Es normal, porque la gente está decepcionada después de lo de Vinokurov y esa frustración se ha cebado conmigo», afirmó Rasmussen a la conclusión de la etapa aprovechando el momento para mandar un mensaje: «Si Vinokurov ha sido cazado es que el sistema funciona y tengo que recordar que yo he pasado 14 controles y todos han sido negativos».

Felicitación de Contador

Después de la última etapa de montaña, Alberto Contador se mostró feliz con lo conseguido, a pesar de que vio como se le escapaba el Tour en el último kilometro. «Ha sido una etapa muy larga y con batalla desde el principio, además ha hecho mucho calor. En el Tour siempre se pasa un día malo y lo he tenido hoy, pero estoy contento porque no he salvado mal la etapa ante un Rasmussen que está muy fuerte», afirmó el madrileño.

Tras la desventaja de más de tres minutos, Contador felicitó al danés por el triunfo y señaló el podio de París como su objetivo. «Prometí atacar y es lo que he intentado dos veces, a falta de 9 y 7 kilómetros, pero no he podido soltar a mi rival. Estoy satisfecho por el trabajo. Ahora hay que reafirmar lo hecho y pensar en otros años. He perdido el Tour. Tenía opciones, pero ahora la diferencia de tres minutos es insalvable. Felicito a Rasmussen y ahora hay que mantener la segunda plaza», afirmó el corredor de Discovery.

Finalmente, habló también del caso de Vinokourov y dijo sentirse triste, ya que le parece «un gran corredor». El madrileño deseó que esto no enturbie el Tour.