Algo huele a podrido en Navarra, Dinamarca asombrará al mundo. Lo dijo Shakespeare, aunque no exactamente así. Les ocurre a los genios: son capaces de descubrir verdades que ni sospechan.

Decir que el espectáculo de la clase política navarra asombra al mundo es tener poca confianza en la humanidad, porque en un mundo en el que la corrupción domina la escena política, esto parece poco más que una anécdota. Pero es nuestra «anécdota» y nos duele, ese es el problema.

A nadie le gusta que jueguen con sus ilusiones como ha ocurrido con decenas de miles de personas en Navarra. Si PSN va a pactar con UPN, tendrían que haberlo anunciado en la campaña, o cuando menos no haber prometido lo contrario. El voto es un contrato sin garantías, e irreversible: ahora nadie puede reclamar.

Y así estamos, a la espera de que decidan de qué manera materializar la estafa. Hay quien se consuela pensando que el PSN ha cavado su tumba. Puede, pero entre tanto, parece que van a permitir que UPN siga gobernando. Creo que muchas personas se estarán preguntando para qué han servido las elecciones de mayo, y sobre todo las promesas de cambio. Salvo que a fin de cuentas Miguel Sanz sea el emblema del cambio. ¡Quién sabe!

Ciertamente el principal responsable de este desaguisado el el PSN, que hace más o menos 25 años se separó del Partido Socialista de Euskadi, del que habían formado parte, como proclamaban con regocijo Urralburu y sus colegas. Pero no es el único. Si de pedir cuentas se tratara, Nafarroa Bai tendría que devolver muchos votos, sufragios en usufructo que ha utilizado sola y exclusivamente para buscar consejerías, subsecretarías y otras poltronas.

Unos y otros prometieron un cambio que brilla por su ausencia. Pero los votos, como decíamos, no se devuelven. Y nos queda una duda: cuando Patxi Zabaleta dice que a Nafarroa Bai le conviene que se repitan las elecciones, ¿se refiere a un nuevo pucherazo o a unas elecciones sin apartheid? ¿Cree alguien que Nafarroa Bai mejoraría sus resultados con una lista legal de la izquierda abertzale? ¡Por favor...!